sábado, 29 de septiembre de 2018

El Pino


ESTAMPA CAUDETANA
EL PINO.
 -  Cuando entré en el seminario lo hice en un Santuario que regentan los Carmelitas desde 1928. Es un lugar idílico, situado a una legua de Cuéllar (Segovia) de cuya villa es anejo. Todos los puntos cardinales ofrecían la misma estampa, pinos y más pinos. La mayor parte eran de la clase de resineros. En aquel entonces se les extraía la miera, la resina, de la que, convenientemente tratada, se obtenían una treintena de productos hasta que los chinos nos la pusieron en las tiendas de coloniales por cuatro perras y, claro, acabaron con aquella industria centenaria que daba mucho jornal a resineros y familias.
- También crecían, pero en mucha menos proporción los pinos albares, esos que producen la piñas que encierran dentro de sí los piñones tan usados en cocina y en los obradores de pastelería (con el mazapán amarguico de mi pueblo y los piñones, hace Emilio, mi coetáneo y, antes, su padre, también Emilio, su abuelo, bisabuelo, tatarabuelo y así hasta llegar al moro Tarik que subyugó a las gentes de mi pueblo después de haberlo hecho con Caudete, porque la receta se la trajeron los moros en la faltriquera,  unas bolitas empiñonadas que tienes que catar alguna vez. Las hace todo el año y se las quitan rápidamente de los estanterías. No se le quedan duras, no. Claro que el mazapán de Oropesa no se pone duro, ¡es mazapán de Oropesa!).
Aquí, en Caudete crecen, también, unos pinos que, si no fueran tan altos y frondosos, podría ser de la especie que crece en la vertiente norte de la sierra del Guadarrama, "Balsain",  lo digo porque las piñas son idénticas. Junto al santuario de la Virgen de Gracia se ha desarrollado una pinada muy hermosa pero el pino que me ha llamado muy gratamente la atención desde el primer día, es el que crece, ¡Y de qué manera! en el terreno del n° 150 de la Avda. de la Virgen de Gracia con el que se cierra el camino de la Virgen en la misma carretera de Villena que nos separa del Santuario de la Madre de todo caudetano.
Es tan grande y hermoso el ejemplar, es tan alto y tan buen mozo que, de haber sido de los de la especie albar, suministraría piñones a un buen grupo de confiterías y a las fábricas turroneras de la no lejana Jijona.
- Un ejemplar como él ¡qué bien estaría en el corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ!
A levante se muestra redondeado, tupido, como mostrando la cara buena para que le vea, así de guapo, el sol cuando se levanta desde el fondo del mar, por Alicante. Y, a occidente,  ya le ves todo abierto, como si quisiera decirnos que se abre a todo lo ancho, cual velamen de un bergantín, para que el viento fuerte de poniente le lleve a viajar por encima de las olas del mar del tiempo que se le abre en lontananza.


Llevado por el viento te acerco mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.9.2018. Viernes. P Alfonso Herrera, O. C.

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