jueves, 27 de septiembre de 2018

El Ruedo de Banderas


ESTAMPA CAUDETANA.
EL RUEDO DE BANDERAS.



Ya, desde bastantes días atrás, venían practicando este arte los alféreces de las comparsas. Dos veces por semana, los miércoles y los sábados, pasadas las 21,00 horas, se daban cita los cuatro alféreces en la explanada del Santuario de la Virgen de Gracia para desentumecer músculos y dominar el mástil de la bandera respectiva.
Un lugareño que suele bajarse hasta el Santuario cada mañana y cada tarde en compañía de un amigo, con el fin de reducir cintura, sabiendo que yo, nuevo en esta plaza, no tenía conocimiento alguno acerca de un acto tan importante en el desarrollo de las fiestas de Moros y Cristianos en honor de la Virgen de Gracia y de San Blas, como es EL RUEDO DE LAS BANDERAS, me dijo, no tengas prisa. Espera un rato para que veas cómo se entrenan los encargados de rodarlas. No tardarán mucho. No me quedé. Deseaba verlo en su salsa.
Y así ocurrió el día 7 de los corrientes en la Glorieta de la Cruz. Cuando las imágenes de La Virgen de Gracia, la de San Blas y la de San Roque ocuparon su lugar, salieron a escena los alféreces de cada comparsa y, colocados en línea recta delante de la carroza donde estaba instalada la imagen de la Virgen, llevaron a efecto el ruedo de las banderas.
Por fin llegó el momento tan largamente esperado. Por primera vez contemplé el evento:
El RUEDO DE BANDERAS.
Consiste este rito en rodar, sucesivamente, hasta 90 vueltas, si es la forma simple, la bandera, tres vueltas a la derecha y tres vueltas a la izquierda,  evitando así que se enrollen en el mástil o 180 vueltas con 90 de ellas con rodilla en tierra, si se ruedan delante y en honor de la Virgen. Esto es así y no puede hacerse de otra manera. (Me han hablado de la trifulca que se armó, de grandes proporciones, cuando rodaron una bandera, con rodilla en tierra, ante un señor que era familiar del rodador. Y es que la norma es tan estricta  que no se puede llevar a efecto si no lo es delante de la Virgen de Gracia).
Me llamó la atención que solo uno de los rodadores, el de la comparsa de LA ANTIGUA, dispusiera de un paño delante de él en el que, al terminar, se depositaba la bandera.
Una paisana vino en mi auxilio y me explicó que se debía a que no se podía depositar en el suelo la bandera que tiene bordada en ella la imagen de la Virgen de Gracia.
Y me impactó ver cómo se emocionaba y lloraba, al finalizar el ruedo de la bandera, el alférez de la comparsa de LA ANTIGUA.
Impresiona contemplar cómo se vive la fiesta en este pueblo. Cómo se prepara, concienzudamente, cada uno de los  actos que  hacen de las FIESTAS PATRONALES algo grande.

Ahí te va mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

27.9.2018. Jueves. P. Alfonso Herrera, O. C.

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