miércoles, 10 de octubre de 2018

En la Exposición Cartográfica...Iris


ESTAMPA CONVENTUAL.
EN LA EXPOSICIÓN CARTOGRÁFICA... IRIS.
Sonó dos veces. Eran las 12,25 horas. Solo dos largos y escandalosos timbrazos sonaron en la quietud del medio día en el CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, en lo que llegué al telefonillo para inquirir quién era y qué deseaba.
Si tuviera que comparar los timbrazos con algo que se dejara oír, debería hacerlo con el estallido final de una traca, traca. La yema del dedo parecía estar pegado al timbre.
- ¿Quién va y qué  desea?
- "Soy IRIS, pero podía ser fraila, o algo parecido, porque, aunque vivo ahí en frente, bien podría decir que lo hice aquí en el CONVENTO, pues siempre anduve por él "como Pedro por su casa".
- ¿Me conoces?
¿Quién no conoce a IRIS en este pueblo?
Ya hace un año que llegué al pueblo por primera vez y, al terminar la Eucaristía de las trece horas del primer domingo entró en la sacristía con otra señora, ésta llegada a estos pagos desde su lejana Colombia y que vive, en la actualidad, en Plaza Nueva y me dijo:
- "Soy IRIS. Vivo enfrentico de la puerta de la iglesia, en esa casa que, redondeada, une las calles de El Molino y la de Las Moreras.
- "Vengo a ofrecerme para todo lo que necesiten y yo pueda hacer", (no se le escapaba que es una persona mayor y el deseo va más allá de lo que la materialidad que cubre el espíritu, le permite). Así que IRIS es una de las primeras personas que conocí en Caudete. Y mi conocimiento de ella fue agrandándose cuando la subieron al escenario
- "menos mal que me sujetaron pues no sé dónde metí aquel tacón -me hicieron poner zapatos de tacones altos, y si no me sujetan doy con mi humanidad en el patio de butacas", donde tendría lugar el Baile de los Reyes en LASALA y la distinguieron por la colaboración que siempre prestó al vestir a la Reina y un montón de otras actividades en favor del pueblo. Allí nos hizo reír a la concurrencia que llenaba LASALA, con sus ocurrencias. Recuerdo que, después de afirmar que es mujer de fe y que profesa una devoción grandísima por la Virgen del Carmen, pues como ella de grande, nos descubrió los entresijos de aquellos momentos en que le ponían guapa a la Reina de las Fiestas Patronales. Nos dijo:
- "entre lorza y lorza,  puntada y puntada, entre el zig-zag de las vainicas sencillas o dobles... empinábamos el codo con cava". No lo dijo pero yo creo que la guapa Reina sentiría más de un alfileretazo.
Cuando le franquee la puerta me dijo:
- "soy IRIS, a la que dió un soponcio en la comida-celebración de los 100 años de Antonio (a todo el mundo tutea) vengo a sacar una fotografía a mis amigas de mis tiempos jóvenes porque me han dicho que salen en la EXPOSICIÓN CARTOGRÁFICA, una de las cuales se encuentra muy malita en la actualidad .
- ¡"Aquí faltan fotos"! me espetó, con inusitada energía encerrada en su contrariedad.
- "Me han dicho que aparecen Antonia, Rosi, Amparíto y Tonica y no las veo"
No se habían llevado ninguna foto. Todas estaban allí. Las prisas y la obcecación, le habían jugado una mala pasada.
Descubiertas sus amigas de la panda de juventud, sacó su telefonillo y, por lo nerviosa que estaba, no acertaba a encontrar el icono de la cámara y fue pasando el aparatito de sus manos a las mías hasta que dimos con él y, ya, más tranquila, saco unas cuantas instantáneas a sus amigas presentes en la foto que le hablaba de juventud.
Yo, por mi parte, le pedí que se pusiera junto a sus guapas amigas para sacarle una foto que me sirviera para ilustrar mis "BUENOS DÍAS".
Ahí tienes a la buena de IRIS.
Tras disfrutar lo suyo "viajando" de la mano de sus amigas de las fotos a sesenta años atrás, se despidió de mí poniendo como escusa al cánido que traía atado a una correa porque y
- "que se iba a hacer pipí en el CONVENTO".
Todavía en la entrada volvió a brindarse para echar una mano en muchas cosas porque en mucho había trabajado
- "fíjate que hasta fui cocinera de un club donde las mindinguis me querían con locura porque las cuidaba con primor a base de buenos y consistentes caldicos cuando pescaban alguna miasma".
Al darse la vuelta para enfilar la puerta de casa dió un pequeño traspiés y saltó, riéndose de sí misma:
- "menos mal que no me he caído porque sino... hubieras tenido que pedir una grúa para levantarme del suelo"
Aguardé hasta que subió los dos escalones de la entrada y tirando de la correa con la que tenía sujeta a su mascota, se dirigió al paso de cebra que le favorecía el paso hasta la puerta de su casa.

La chistosa de IRIS hace que te llegue, todo alegre, mi saludo, mis
          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
10.10.2018. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.

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