domingo, 14 de octubre de 2018

Las Bellas de día del Callejón de las Campanas


ESTAMPA CAUDETANA.
LAS BELLAS DE DÍA DEL CALLEJÓN DE LAS CAMPANAS.

No aguantan el encierro. Las rejas que defienden la casa de posibles amigos de lo ajeno no meten miedo a las florecillas de BELLA DE DÍA que, teniendo sus raíces  en la jardinera que ocupa el alfeizar de la ventana que da luz y aire a la casa, desde el Callejón de las Campanas. No, a ellas no les mete miedo la fría reja y se asoman fuera con toda libertad mostrando su hermosura a cualquiera que, como yo, pasare por El Callejón. Constituyen así un contrapunto alegre en un callejón con vocación de calle grande y espaciosa, como las que trazan en las nuevas ciudades, pero que, hoy por hoy, no lo es y tardará mucho en conseguirlo, si es que lo consigue alguna vez, porque la Villa vieja encontró siempre en él el camino para acceder a la iglesia parroquial consagrada a Santa Catalina virgen y mártir, que estaba situada fuera de ella, del núcleo poblacional de la Villa, aledaña al castillo, en el montecillo que luego formaría parte de El Real. Y, aunque todo cambia y lo que hoy vemos mañana no estará, podemos colegir que la autoridad que vaya viniendo procurará guardar para la posteridad los vestigios de sus orígenes y los aportes que ha ido dejando en ella el paso del tiempo  y El Callejón de las Campanas forma parte del núcleo viejo de la población que recuerda al medievo que recibió vida de la vida de sus gentes.
Hoy el Callejón se adornó porque florecieron las plantas BELLA DE DÍA que crecen en una jardinera y, desde el alfeizar de una de sus escasas ventanas, se asoman fuera, al Callejón de las Campanas. 

Emergiendo de entre las Bellas de Día sale para ir hasta ti mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
14.10.2018. Domingo. P. Alfonso Herrera, O. C.

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