In Memoriam

ESTAMPA CAUDETANA.
IN MEMORIAM.

(El P. Gabino Olaso. Sobrevivió a la insurrección tagala que acabó con la independencia de Filipinas alentada por los U.S.A. donde tuvo destino antes de ser nombrado superior de la Comunidad de Caudete)

"Los que mueren en Cristo no mueren para siempre" (Jn. 11,25-26).

La prueba de ello, de tejas abajo, es el recuerdo vivo de aquella COMUNIDAD DE PP. AGUSTINOS que fueron martirizados mediado el día, tal día como hoy, de hace 84 años, en el camino de la Fuente de la Higuera, más concretamente en la finca de Don Manuel Soles.
Habían permanecido durante 14 días en la cárcel en que habían convertido el convento de San José (El Carmen) a donde les traía la comida la panadera a la que tuve yo la suerte de conocer antes de que muriera, ya muy cargadita de años, y me habló de ellos:
" Les agradecemos todo lo que han hecho por nosotros. Mañana no nos traiga la comida, le dijeron un día, porque seguramente nos sacarán para matarnos".  Pero yo les llevé la comida. No los  habían sacado aquel día", me dijo.
Una Comunidad de frailes que en tiempos muy difíciles como fueron los de cambio de siglo, con la caída de las colonias y, en el primer tercio del siglo XX, a nivel del predio caudetano, por la incidencia de las enfermedades de los viñedos que trajeron muchísima penuria a las gentes, ellos, los Frailes Agustinos, muchísimo bien hicieron por las gentes de la Villa, entre otros, repartiendo la leche que producían sus once vacas lecheras. 
No importó la compasión habida con las gentes del lugar. La ley promulgada por el gobierno de la República por la que se ordenaba la destrucción de todo signo religioso y, acabar con el clero y con los adictos a la Fe cristiana, fue el principio desencadenante de la  eliminación fulminante de la Comunidad de Frailes Agustinos con asiento en la Real Villa de Caudete ( los PP. Carmelitas, habían sido expulsados del convento el año 1931) .
Una patrulla armada formada por 8 milicianos forasteros al mando de una mujer (cuyo nombre no merece la pena reseñar) obtuvieron permiso de la autoridad competente, en aquel entonces, y los sacaron de la cárcel para pasarlos por las armas en terrenos del vecino pueblo valenciano de Fuente de la Higuera.
Hubo un testigo de tal felonía que declaró los hechos en el proceso de beatificación de todos ellos. Decía que los milicianos le mandaron retirarse para que no le diera alguna bala perdida porque iban a hacer "prácticas de tiro al blanco". Lo observó todo detrás de unos árboles. Relató que uno de ellos, posiblemente el Superior, P. Gabino de Olaso, animaba a sus hermanos:
¡Ánimo padres y hermanos! Morimos por Dios y por ser religiosos. ¡Viva Cristo Rey!
Tras caer a tierra acribillados uno, posiblemente el mismo, todavía dijo: "Bendigamos esta tierra que se riega con sangre de mártires". 

SÍ, IN MEMORIAM HOY 84 años después de la entrega de sus vidas por este pueblo, por la Real Villa de Caudete a Cristo:

LOS FRAILES AGUSTINOS:

P. GABINO OLASO, P. JOSÉ PÉREZ DE CELIS, P. VICTOR GAITERO, P. FELIPE BARBA, P. CIPRIANO POLO, P. ÁNGEL PÉREZ, PP. ANASTASIO Y EMILIO CAMINO (hermanos), FRAY UBALDO REVILLA, FRAY LUCIANO RAMOS Y FRAY LUIS BLANCO.

ESTÁN hoy delante de Dios Todopoderoso, intercediendo por nosotros, por este pueblo de Caudete.

¡¡¡LOS MÁRTIRES DE CAUDETE VIVEN!!!

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
5.8.2020. Miércoles. (C. 979)
Nota. La noticia del martirio la he sacado del libro.  "Dolor Agustiniano" (pgs. 91 a 97 Los Mártires de Caudete).
Atilano Sanz Pascual. 1947.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.