miércoles, 20 de enero de 2021

Los Graffitis

ESTAMPA CAUDETANA.
LOS GRAFFITIS


Ya sabemos que el Barrio comenzó a escribir su historia al otro lado de la carretera de Valencia cuando el Prócer, Don Francisco Albalat Navajas, tiró cuerdas señalando calles y emplazamientos de los distintos elementos que habrían de constituír, más tarde, todo un nuevo barrio de la Real Villa de Caudete en crecimiento, el Barrio de San Francisco. Eran los albores del siglo XX. Cuando falleció (+1916) no todo se había logrado pero la fuerza imprimida seguirá impulsando su construcción hasta como lo conocemos hoy día.
Me han dicho o lo he leído por ahí, no sé decirte, que las primeras calles recibieron el nombre de los santos con el que habían sido bautizados los familiares del Prócer. Claro que no fueron tantas y, como el Barrio iba creciendo, hubo que echar mano de otros nombres. Uno de los elegidos fue el de un gran político e historiador que llenó gran parte del siglo XIX, El Sr. Cánovas del Castillo del que dentro de siete años celebraremos los doscientos años de su nacimiento (Málaga 8.2.1828). Vivió el resto del siglo hasta las postrimerías del siglo en que un anarquista italiano le tiroteó mientras pasaba unos días de asueto en un balneario de Mondragón, en Guipuzcoa (8.8.1897). Había sido un importante miembro de la Unión Liberal, gran valedor del rey Alfonso  XII. Dirigió el partido Conservador que él mismo había fundado y, en la segunda mitad del siglo,  presidió el Consejo de ministros durante seis legislaturas.
A este prohombre de la política y de las letras le pidieron prestado el nombre para dársele a una de las calles del Barrio. Se apuntaba alto a la hora de nominar sus calles. 
Una tarde dispuse de tiempo y, en lugar de volver en línea recta para casa, tras la celebración de la Eucaristía en la parroquia del Barrio, de San Francisco, decidí callejear y así di con ella, con la calle dedicada a Don Antonio Cánovas del Castillo. En un descampado armaban, a aquella hora, una bulla sana un montón de niños. Gritaban mientras corrían detrás de lo que me pareció que era una pelota. Sin duda estaban jugando al futbol. La escuela había cerrado sus puertas hacía algún tiempo y, ellos, se lo estaban pasando en grande antes de recogerse en casa.
Subliminarmente ya habían tomado posesión de mi interior unas pinturas magistrales en algunas de las paredes y fachadas de la calle con nombre de político asesinado y cuando dejé de fijarme en el partidillo que habían formado los ñacos del Barrio, adquirieron todo el protagonismo de mi atención aquellas pinturas de las que hoy te muestro dos.
No fue en balde el paseico que me dí aquella tarde pues disfruté de dos delicias que me salieron al paso: una fue el alegre entretenimiento de unos niños divirtiéndose a tope dando patadas a algo que tenía cierto parecido con un balón de futbol y, la otra, las obras de arte fijadas a las paredes,  pinturas que ponían su aquel en ellas, por otra parte, muy necesitadas de un lavado de cara. Sí, me gustaron mucho aquellos paños que, en su conjunto, formaban un dignísimo museo al aire libre.
Rememoré aquella actividad recogida en el programa de fiestas de hace un par de años, antes de que el Covid 19 hiciera acto de presencia por estos lares y lo mandara todo al cuarto oscuro. En aquella ocasión se había programado  poner a disposición de artistas grafiteros muchos paños de paredes y fachadas de la Real Villa. Estas que ves son un par de muestras de tantas y tantas como llenaron de color tantos lugares de la Villa.

Ellas me sirven hoy para hacerte llegar mi saludos, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20'1.2021. Miércoles.  (C.1.148)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, preciosos los grafitis que hoy nos muestra , aunque son muchos los que éstos grandes artistas han embellecido el pueblo. Además nos ha recordado la historia de Cánovas del Castillo. Que tenga un magnífico día.

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