jueves, 25 de febrero de 2021

La Última Mirada de Cristo

ESTAMPA CAUDETANA.
LA ÚLTIMA MIRADA DE CRISTO.


Desde los años ochenta del siglo pasado, en la tarde del Miércoles Santo, sale por las calles del Barrio EL CRISTO DE LA JUVENTUD. Y lo hace a hombros de sus cofrades y de gentes de distintas edades, hasta de los ñacos animosos, mientras por los altavoces acoplados a un coche sale la voz aterciopelada de Paqui desgranando las últimas SIETE PALABRAS DE JESÚS CRUCIFICADO y unos comentarios acertados y fervorosos. Pero el Cristo, que procesiona, como lo hace en Málaga el CRISTO DE LA BUENA MUERTE, a hombros de los briosos y aguerridos señores legionarios, lo hace en ese momento en que la puerta de la vida ya está abierta para ÉL y, con la mano en el pomo de esa puerta, todavía espera un instante para dejar caer su mirada sobre ELLA. Sobre su MADRE, una mirada con la que la envuelve, a toda ELLA, compartiendo, con LA MADRE, todavía, los más grandes de los dolores, el dolor de una madre que pierde a su hijo y  el del hijo que está siendo arrancado de las manos de su Madre.
El imaginero sevillano que esculpió la imagen llevó a la madera ese momento y le materializó con una finura  angelical.
Esos ojos, a punto de cerrarse a este mundo al que vino a compartir todo lo nuestro, hasta la caducidad impuesta por el tiempo y la misma muerte, que pasan totalmente desapercibidos para las fieles, a mí, me cautivan. Esa ÚLTIMA MIRADA DE CRISTO A SU MADRE, cuando ya no le queda hálito alguno en los pulmones, es el idioma, por medio del cual, el HIJO, se comunica, de corazón a corazón, con ELLA.

Cuando aquella señora de Fuente la Higuera regaló la imagen de Cristo Crucificado, le encontraron lugar de asiento en la recoleta iglesia parroquial de San Francisco, en el baptisterio de la misma, y, si en Santa Catalina el CRISTO DE LA AGONÍA se encuentra en el baptisterio donde dejó la impronta de su arte Pedro Torres Cotarelo,  en el de San Francisco, EL CRISTO DE LA JUVENTUD pende, como te he dicho, en su baptisterio, y, en él, quien deja la muestra pictórica, es Marina, la hija de aquel.

Sería buenísimo que nuestra mirada se cruzara con la de CRISTO DE LA JUVENTUD y nos sintiéramos envueltos, abrazados, por ella, y en ese diálogo tan cercano, tan íntimo, le oyéramos decir: "por ti vine a este mundo y por ti he afrontado esta ignominia, para tu bien. Voy a prepararte acomodo en la casa del Padre. ¡Sígueme!".

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
25.2.2021 jueves.  (C.  1.184)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

2 comentarios:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, con la mirada de Cristo a su Madre , que hoy nos describe en está catequesis de sus buenos días vamos llenándonos en esta cuaresma tan distinta de lo que estamos acostumbrados a celebrar, pero eso no deja de ser motivo para ir preparando el camino de la Semana Santa..Que tenga un buen día.

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  2. Buenas tardes Pp Alfonso
    Que bien describe esa mirada
    De Madre e hijo, terrible
    Y triste yo diría desgarradora
    Cuando una Madre ve que su hijo del Alma se va y de que manera,es para caer muerta de dolor y el hijo ver a su Madre
    Y no poder hacer nada para consolar ese corazón traspasado por tanto dolor,
    Una escena de lo más escalofriante ,
    Triste muy triste.
    Que tuviera que pasar
    Por ese calvario
    Por una humanidad que no merecemos...
    Ballan nuestros saludos
    Y que tenga un buen día


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