Finis Coronat Opus

ESTAMPA CAUDETANA.

FINIS CORONAT OPUS

Todo nos lo está diciendo. Ya es tiempo de vacaciones. Las carreteras de la nación están totalmente abarrotadas de  coches que van de un lado para otro buscando, sus ocupantes, un lugar donde pasar unos días de asueto lejos de aquellos dónde, el ser humano, desarrolla su quehacer habitual, máxime después de haber estado durante largo tiempo impedidos de cualquier movimiento, por exigencias de la pandemia que ha implantado en nuestro mundo, en estos tiempos, el Covid-19.

También en las áreas docentes, de la enseñanza curricular del mundo de la niñez y adolescencia de nuestra Real Villa de Caudete, ha llegado la conclusión de los quehaceres docentes y estudiantiles de todo un año lectivo.

A través de las notas informativas que nos han suministrado desde el Ilustrísimo Ayuntamiento de la Real que, por medio de los Mas Media, se nos ha ido dando a conocer cómo en los distintos colegios de la villa se han ido poniendo fin a las labores educativas con las imposiciones de bandas a los distintos grupos estudiantiles, momentos en los que han comparecido ilustres miembros de la corporación municipal con su edil al frente.

Uno de esos centros educativos, el colegio AMOR DE DIOS ha entrado, como otros, en el silencio veraniego, tiempo que aprovechan las miembros de la comunidad de las hermanas del Amor de Dios, que son sus rectoras, para tomar unos días de vacaciones, lejos de la villa, para pasarlos junto a sus familiares.  Por tal motivo, las susodichas hermanas de la comunidad docente del colegio  han tenido a bien invitar a los responsables de la pastoral de la Villa a compartir una merienda cena, unos embutidos y unas pizzas, que no han sido otra cosa, que la excusa para pasar un rato agradable de familiaridad al tiempo que servía de celebración por la finalización del presente curso escolar y el inicio de la diáspora para disfrutar de unos días de asueto, muy merecidos.

Allí, en el recibidor de la entrada, en su hornacina, se encontraba la imagen de ELLA, LA VIRGEN NIÑA, la titular del centro, esculpida con un libro en las manos. Es el único vestigio de centro escolar que he encontrado en mi visita de ayer tarde al lugar de encuentro para compartir un tiempo de vivencia fraterna de las dos comunidades, la educativa, que nos recibía en su casa, y la de pastoral, la comunidad de frailes carmelitas, ambas al servicio de la villa.

La conversación, muy viva, versó sobre distintos temas entre los que prevaleció el docente que durante, todo el curso escolar estuvo salpicado y condicionado por la pandemia pero que, a pesar de ella, se ha desarrollado sin novedad  y sin mayor aprieto. Con el curso, que estos días ha concluido, se nos dijo por parte de la directora, la hermana, Ana María Santa, no se han ido las preocupaciones ni las exigencias sanitarias puesto que, para el nuevo curso, todo seguirá igual, no se contempla ningún cambio respecto a las ordenanzas emanadas por las Consejerías de Educación y de

Sanidad, ya vigentes, tendentes a que deberán guardarse las distancias en los lugares cerrados, las clases.

El alumnado y el profesorado deberán llevar constantemente la mascarilla puesta, así como ser sumamente escrupulosos a la hora de realizar, de llevar a efecto, las clases de gimnasia.

Sí, la iniciativa tomada por la Comunidad docente de las Hermanas del Amor de Dios, constituyó un tiempo muy agradable de llevar a la práctica la fraternidad mientras dábamos buena cuenta de unos embutidos y unas pizzas regados con buen vino.

¡Gracias, hermanas!

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!

4.7.2021. Domingo. (C. 1.290)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.