Ayer Estuvimos de Fiesta

ESTAMPA CAUDETANA.

AYER ESTUVIMOS DE FIESTA.

Y van dos días seguidos. El anterior celebrábamos la fiesta de la gran Santa Doctora de la Iglesia, por  ser sencilla y humilde Teresita del Niño Jesús, monja carmelita del carmelo de Lisieux. Ayer nos convocó a la fiesta el P. Ángel por que celebraba su onomástica. En la antigua tradición judaica poner nombre a una persona indica ya lo que va a ser luego la vida de aquel al que se le impone. Teniendo en cuenta esta afirmación y  contemplando retrospectivamente la vida del Padre Ángel en su actuación, allí por donde la obediencia le llevó, podemos colegir que sí, que le pega estupendamente el nombre que se le impuso cuando le echaron las aguas del bautismo Ángel, Ángel Vañó Payá, que luego sería conocido como “Ángel Nieto”, el ángel visible que correteaba, unas veces a pie, otras veces motorizado, por las calles no siempre planas de la Real Villa de Caudete.

Ayer celebrábamos en el convento de San José (El Carmen) su onomástica. Y, muy pronto, no habían dado las 8:30 de la mañana y ya estaba sonando el timbre del convento requiriendo en la portería la presencia del Padre Ángel para felicitarle. Alguien madrugador ya le traía en unas bolsitas un presente para colaborar a la alegría por la efemérides de este frailecico que, aunque no se le ven las alas y su andar es pausado y tranquilo, es veloz, cómo aquellos de los que tomo su nombre, para acercarse a éste o a aquel que le necesita. A los postres de la comida, una paella con pollo y conejo, que nos preparó la señora que nos atiende, a la que se le había unido el presente del amigo madrugador, apareció una tarta, la foto que ilustra este escrito nos da cuenta de ello, que un villano de esta Real Villa le había traído con la inscripción

“Al Ángel más Ángel de Caudete”,

inscripción de color azul comestible que viene a ser cómo el símbolo de otro apodo que se le puede otorgar: “cielo” Ángel “Cielo” porque azul es la inmensidad del espacio exterior bajo el cual nos encontramos y que nos cobija y, cielo, es también el lugar por excelencia de la bondad, de la dulzura, porque es la habitación de Dios, y es que el P. Ángel es “un cielo” nos decía el que encargara la tarta en el horno de Picó, expresamente para el P. Ángel, aunque, al final y a la postre, la catamos todos. Y doy fe de que es y estaba riquísima.

Sí, ayer, en el convento de San José, estuvimos de fiesta entorno al Padre Ángel Vañó Payá, conocido coloquialmente cómo Ángel Nieto o como pretende denominarle quién le regaló la tarta: Ángel "Cielo", que estaba de onomástica en el día en que celebrábamos a LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS.

 recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

3.10.2021. Domingo.  (C. 1.387)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.