Fiesta en el Carmelo

ESTAMPA CAUDETANA.

FIESTA EN EL CARMELO.

Me di cuenta ayer por la tarde. Al mirar por la ventana de mi cuarto que mira al claustro barroco – Toscano, descubrí que la MALVA REAL a la que se llama también la Vara de San José tenía las hojas por los suelos, le faltaba agua. Me dije para mis adentros: “bajaré a solucionarle la papeleta” así que cuando me dispuse a arreglar el tiesto y sacar a la MALVA REAL del atolladero en el que se encontraba, la descubrí. Una preciosa flor de Echinopsis con un tono rosáceo, en los pétalos cercanos a los estambres y pistilos, imposible de conseguir con mezclas de colores químicos, acrílicos, o aceitosos por pintor alguno, aunque sea de renombre universal.

Es esta flor de Echinopsis yo la veo como un signo o símbolo carmelitano. Ayer, día 1 de octubre, celebraba la Iglesia y de modo especial la familia de los Carmelitas, la fiesta de una joven virgen que llegó a ser proclamada doctora de la Iglesia universal por el papá San Juan Pablo II, me estoy refiriendo a Santa Teresita del Niño Jesús, esa joven mujer que dejó este mundo cumplidos solo los 24 añitos, llevada de la mano de una tuberculosis galopante pero quién en los 8 años que vivió en el lar carmelitano, escaló las más altas cumbres de la santidad.

¡Qué cosas! lo consiguió por el camino más bajo, por el de la sencillez y de la humildad cumpliendo aquello que dijo Jesús: «en el reino de los cielos el más pequeño, el más sencillo, el más humilde, es mucho más grande que Juan el Bautista al que no supera ninguno  de los nacidos de mujer (Lc. 7,28).

Sí, allí estaba. Había florecido fuera de tiempo, me parece a mí pues las muchas Echinopsis que tengo en el claustro ya habían florecido todas a lo largo del verano, y lucía linda la flor nacida de un cactus que tiene la forma de una bola llenita de pinchos. Pero lo que más me admira es que esta clase de flores no dura más allá de doce horas y, sin embargo, ésta en cuestión, se burló del medio día que es cuando suelen fenecer la flores de la Echinopsis y se encontraba, tan campante, no solo a media tarde, sino a las 19,10 horas que fue cuando tuve la oportunidad de fotografiarla y, todavía, tiene la cara de seguir en ello.  

Y es que no podía faltar este convento a la cita porque ayer fue fiesta grande en el Carmelo porque celebrábamos la FIETA DE SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS. y, este convento de San José, carmelita por los cuatro costados no podía faltar a la cita con una de sus miembros más preclaros y ahí tienes la manera más hermosa de hacerlo, ofrendando una PRECIOSIDAD DE FLOR a otra flor, a TERESITA DEL NIÑO JESÚS, ella que, antes de partir para la casa del padre, había dicho que cuando subiera al cielo iba a derramar lluvias de pétalos de flores sobre nosotros.

El vetusto convento de San José mostró así su contento, ofreciendo como regalo a la Santa, la más linda de las flores.

 Recibe mi saludo, mis

             ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

2.10.2021. Sábado. (C. 1.386)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.