El Reencuentro.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL REENCUENTRO.

En esta Real Villa de Caudete sigue teniendo vigencia una costumbre que viene de muy antiguo. Dicha costumbre consiste en escenificar el REENCUENTRO DE JESÚS CON SU MADRE nada más resucitar de entre los muertos. Aquí, en esta Villa de Caudete, se profesa tierna devoción a la Madre del Redentor, en su advocación de GRACIA y la festejan por todo lo alto en los primeros días de cada septiembre a la que dedican las fiestas de Moros y Cristianos, de las que ya te he dado cuenta en otras ocasiones y tienen por cierto lo que debió acontecer en el primer día de la semana de aquel año de hace dos mil años, en el primero de los momentos, tras la explosión de Luz que se produjo cuando por la acción del Espíritu Santo el el cadáver de el Hijo del Hombre, de la naturaleza humana de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que había  tomado nuestra naturaleza  para  hablarnos, así, cercano, en nuestro idioma, con nuestras palabras, acerca de lo que Dios quiere para nosotros que no es otra cosa que lleguemos a poseer, en plenitud, la vida, ya sin muerte, cabe Él.

Tengo para mí, como las gentes de esta Villa que hemos sido tocados por la acción del Espíritu Santo que Ella, la Virgen Madre, la que supo escuchar nítidamente la Palabra de Dios, hacer la suya y darla su cumplimiento a pies juntillas, mantuvo, sin ninguna clase de duda a pesar del profundísimo dolor y la contrariedad que se produciría en Ella al ver al Hijo de Dios que tomo carne humana en Ella misma, sufrir como sufrió al padecer la crudeza de una pasión inhumana, sin causa alguna que lo justificara y soportando, además, la última de las ignominias cual era la de  no morir de forma natural sino “elevado sobre la tierra” porque, para ellos, para los judíos , eran malditos aquellos que sufrían la muerte de aquella manera, en cruz, levantado sobre la tierra. Y, así, de esa guisa padeció el  paso de esta vida al encuentro con el Padre.  Para Ella, la Virgen Madre, no, no, fue óbice el mantener impertérrita una fe a ultranza en su Hijo, cómo la mantuviera cuando “le puso en un brete” pidiéndole que empezara la misión, para la que había venido, al pedirle que solucionara el problema en el que se encontraban unos jóvenes novios porque se les había acabado la provisión de vino para la fiesta de sus bodas  hecho que tuvo lugar en Caná  de Galilea, pueblo cercano a la aldea de Nazaret donde Él fue preparado para ser hombre cabal por José y por Ella misma.

Por ello el pueblo cristiano y, yo entre ellos, somos del parecer que lo primero que hizo Jesús al retomar la vida, ya gloriosa, que nos había entregado a la hora de partir de este mundo al Padre, la primera visita, el primer REENCUENTRO, el gran abrazo que dio Jesús no fue a otra persona que a su propia Madre.

Nada se nos dice de ello en la Buena Noticia evangélica. Es un sentimiento muy profundo que arraiga en el alma del cristiano y que en esta Villa de Caudete se escenifica a lo largo de la mañana del Domingo de Pascua. La imagen de la Virgen del Rosario sale en procesión por la parte antigua de la Villa a la que baja por la calle de Paracuellos de la Vega y al volver por el callejón de las Campanas se encuentra con su Hijo en la Plaza de la Iglesia. Tiene que ser digno de verse, yo no he asistido nunca a esa manifestación de fe, porque los quehaceres litúrgicos en la parroquia de San Francisco de Asís, coincidentes con el evento religioso, me lo impiden.

Me han relatado que, mientras la imagen de la Virgen procesiona por las calles de la parte antigua, sale, a su vez, de la parroquia, bajo palio, el Santísimo Sacramento de la Eucaristía portado por el párroco P. Luis Torres Pérez, carmelita y, allí, frente a lo que fuera la casa de don Antonio, sacerdote natural de la villa que se nos fue al cielo después de haber cumplido 101 años, tiene lugar el encuentro de la Virgen con su Hijo resucitado. Testimonio del hecho en el día de ayer, son todas esas fotografías que me han llegado a través de los “mass media” y que yo, a mí vez, te envío para que tengas noticias del acontecimiento grandioso que se lleva efecto en una plaza de esta Villa a la que denominan de la Iglesia.

Recibe mi saludo,  mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

18.4.2022. Lunes. (C. 1.495)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.