ESTAMPA CAUDETANA.
LA FLOR DEL CEREZO.
Ayer tarde salí de casa cuando la manecilla grande del reloj había partido
desde todo lo alto de la esfera. La sujetaba su hermana pequeña firmemente
asentada en el número 7.
En el termómetro digital de la farmacia de la plaza de El Carmen aparecía de
cuando en cuando el número 12, porque 12 eran los grados centígrados que
quedaba en el ambiente de los que había puesto el sol en la Real Villa de
Caudete a lo largo del día.
El sol lleva tres días suelto no sé si ha dado para el pelo a las nubes que se
habían acomodado sobre el cielo de Caudete donde nos han ido dejando, a lo
largo de 15 días, un poco más de 160 litros de agua que tanto necesitábamos por
estos pagos tras un invierno anómalo en el que no nos cayó ni una gota, ni hizo
pizca de frío. La plaza estaba alegre a aquella hora porque gente muy joven, posiblemente
los que pasan toda la semana en las aulas de las universidades vecinas, habían
vuelto de fin de semana y sentados a las mesas de los locales abiertos en la
plaza charlaban alegremente mientras consumían bebidas fuertes.
El aire que se colaba en el lugar por las calles que nacen o mueren en
ella imponía una sensación de frío que no casaba con el guarismo
reflejado en el termómetro. Pero esto a ellos no los inquietaba porque eran
poseedores de corazones jóvenes y, además, estaban bien abrigados. No, no les
preocupaba lo más mínimo. En animada charla se estarían contando las batallitas
acontecidas durante la semana o sus proyectos a corto plazo. Mientras me
alejaba calle Mercado adelante, camino de Santa Catalina, sonaron las campanas
por segunda vez llamando a la misa de la tarde de la víspera del quinto domingo
de Cuaresma.
A mi vuelta, todavía seguía el jolgorio juvenil en la Plaza del Carmen. El
reloj digital había perdido un grado y la sensación de frío se percibía un
tanto más notoriamente.
Este sol que ha venido templando un poco la orilla, ha entrado en el
corralón del convento de San José, El Carmen, y le ha tenido que decir algo
bonito al cerezo que crece muy cerquita del caqui y que está llamado a
dar picotas si se diera la polinización, porque el arbolito, de puro contento,
ha florecido y yo lo descubrí ayer por la mañana y le he pedido prestada su
primera flor, y hasta ahora única, para que en su impoluta corola te lleve hoy
mi saludó mis buenos días.
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
3.4.2022. Domingo, (C. 1.484)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días , P. Alfonso , nos ha descrito usted con todo detalle como transcurría la tarde de ayer con ese fresquito que hacía y que en el día de hoy sigue igual , y que apresar de desfrutar también hoy del sol el airecillon que nos llega es bastante fresco . Bonita está la flor del cerezo ya nos informará si sigue aumentando la floración para cuando llegue el momento poder disfrutar de sus frutos. Que tenga un buen domingo día del Señor.
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