ESTAMPA CAUDETANA.
TODOS LOS SANTOS CARMELITAS.
Todas las órdenes religiosas, siguiendo el ejemplo de la
Santa Madre Iglesia, tienen un día dedicado a aquellos que viviendo el carisma
particular con que fueron infundidas por la gracia del Espíritu Santo celebran
a todos aquellos que viviendo inmersos en ese carisma llegaron al triunfo, al
encuentro con Dios.
Todos aquellos a los que llamamos Santos, aunque no
dispongan de una peana en las paredes de las naves de nuestras iglesias o en
las capillas que existen en ellas, fueron celebrados en el día de ayer, como
hoy estamos celebrando el día de todos nuestros difuntos. Ayer fue el día en
que la Orden del Carmen celebró la fiesta grande de todos sus santos, no solo a
los grandes místicos que vivieron en la plenitud, que les es dada a los seres
humanos en el encuentro con Dios, como Teresa de Jesús, Juan de la Cruz,
Magdalena de Pazis, Teresita del niño Jesús, Isabel de la Trinidad y tantos
otros, sino la de aquellos que viviendo en fraternidad la gracia que les
fue otorgada por el Espíritu Santo, en su contemplación, en su charla con Dios,
en su oración, se abrieron, en el ámbito de la fraternidad, primero, a sus
hermanos de hábito, cada uno de los miembros de la comunidad y, después,
más allá de los muros de sus casas, conventos y monasterios, al encuentro con
sus hermanos, los hombres, con los que transitan por el camino del compromiso
en la fe, abiertos a la esperanza, inmersos, todos ellos, en el amor de Dios.
Y, como ayer pasé otra vez frente al jardín de los Párrizas,
por allí donde se dan la mano la calle Echegaray la Avenida de la Virgen de
Gracia, no pude resistirme a tomar, siquiera en fotografía, algunas rosas con
las que los rosales presumen, con razón, "de buen pie", que dicen los
alemanes, por la hermosura de los especímenes que se asoman a ambas calles y de
las que me permití sacarles unas fotos para ofrecerlas, en su día, a todos
aquellos predecesores míos que gozan ya de la visión beatífica bajo la
capa blanca de la Madre, de la virgen María del Monte Carmelo, a la que se
consagraron en este mundo de Dios. Y, también, para ofrecértelas a ti como mi
saludo mañanero, como mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.11.2022. Martes. (C. 1607)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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