ESTAMPA CAUDETANA
EL TESTIGO.
Ayer también me di un paseo, tengo que obedecer, sí o sí, a mi facultativo médico, que es una mujer con genio. Así que, cuando volví a casa de celebrar la Eucaristía en la parroquia de Él BARRIO, en San Francisco de Asís, decidí ir a dar una vuelta para estirar las piernas.
No me propuse ir a la Glorieta de la Cruz, como suele ser mi costumbre, para emplear entre media hora y tres cuartos que fue lo que se me recomendó para las tardes. Lo hice siguiendo la calle del alcalde Luis Pascual hasta el final. Cuando llegué allí, me dieron ganas de continuar viaje hasta la avenida de aquel concejal que asesinó ETA, Miguel Ángel Blanco que nace, precisamente, en la Glorieta de la Cruz. No me decidí. En su lugar tomé por la calle del Atleta Antonio Amorós (*) hasta la calle Eras y por ésta, hasta la calle de San Antonio por la que desemboqué en la Plaza de Ntra. Sra. del Carmen.
Iba sudando. Me sobraba ropa e, instintivamente, miré a aquella parte de la plaza donde termina la calle Mercado, porque en la fachada frente a la iglesia del convento de San José, se encuentra atornillada la cruz indicativa de la presencia de una farmacia pero que, a su vez, es un reloj y, también, un termómetro digital y me expliqué la razón por la cual me encontraba sudando.
Cuando el número que indicaba las veinte horas y cuarto dejaba el puesto al guarismo de la temperatura, ésta alcanzaba los 20 ° centígrados ¡a las veinte horas y quince minutos!
El termómetro digital de la Plaza era TESTIGO, al tiempo que la marcaba, de la temperatura reinante en la Plaza.
Nos encontramos bajando con rapidez al encuentro del invierno y, sin embargo, disfrutamos de un un tiempo primaveral.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
16.10.2023. Jueves. (C.1.721)
(*) Antonio Amorós fue un atleta triunfador que llevó el nombre e hizo famosa a esta Real Villa de Caudete por las pistas de atletismo de esos mundos de Dios.
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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