lunes, 26 de febrero de 2024

El Cielo de la Villa.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL CIELO DE LA VILLA.

Ayer por la tarde había salido de casa para llegarme hasta el santuario unos minutos antes de las 19,00 horas y, a esa hora, a las 19,00, aparecía en lontananza así, como ves en la fotografía, EL CIELO DE LA VILLA contemplado desde el final de la avenida dedicada a la memoria del gran deportista caudetano, Antonio Amorós.

Los vientos que, procedentes de por ahí, de dentro de la península, nos ha molestado lo suyo durante dos días y, en el de ayer, a ramalazos, venían llegando a este lugar, con fuerza, a veces con violencia, buscando un terreno donde sacudirse el frío y entrar en calor para, seguidamente, ascender a las alturas y encontrarse allí con congéneres poco menos que congelados con los que, al fusionarse, dan como resultado nubes cargadas de energía y de agua que, necesariamente, dejarán caer satisfaciendo la gran necesidad que, de  un tiempo a esta parte, van teniendo las tierras de esta zona geográfica de España y, muy en especial, el predio caudetano, como puedes ver en la fotografía siguiente

 donde se entretienen ocho conejos. Y digo entretienen porque lo que se dice llevarse alguna hierba a los incisivos es pura utopía puesto que la hermosa parcela está a la espera de que nubes como las que aparecen en el cielo más allá del santuario de los Patrones, se dejen caer, a sí mismas, en las gotas de que están hechas; lo que sería una gran cosa y un favor extraordinario para los agricultores. 

Pero, siempre hay un pero, y no es otro que aquel del que se hace eco el dicho que se ha acuñado en esta Real Villa de Caudete y que viene relatándose desde tiempo inmemorial y se lo tengo oído a mi compañero el P. Ángel que es el mayor de la comunidad de frailes que habita el convento de San José (El Carmen). Éste suele repetirnos, de cuando en cuando, lo que  les ha oído decir a las gentes mayores que él con las que se trataba y se sigue tratando, al día de hoy, y es éste:

" Esta Villa de Caudete, es la punta seca".

Y la punta seca es el lugar donde la Mancha va perdiendo su nombre atraída por las brisas marinas en la cercana Alicante que, como ya te he dicho en alguna otra ocasión, si de esta Villa salimos al norte, enseguidita, nos metemos en Valencia; si lo hacemos al este, en lugar donde vamos es a Alicante y si, por el contrario, nos dirigimos al sur, Murcia nos recibe con los brazos abiertos. Sí, Caudete es la punta de Castilla La Mancha y, esa punta, que está situada en un pequeño vallecito guardado por la sierra de La Oliva, aquí llamada más frecuentemente como de Santa Bárbara porque en su cumbre a 1.100 metros de altura sobre el nivel del mar, existe una ermita dedicada a la santa, y por la sierra de Alázera, es seca, es la punta seca.

Aquí confluyen vientos venidos por cada una de las puntas de la Rosa de los vientos. Vienen con el frío que se les ha pegado por ahí lejos y, aquí, se templan y desde aquí suben hacia todo lo alto como te he dicho anteriormente y allí arriba constituyen un elemento coadyuvante en la formación de las nubes, nubes desagradecidas que en cuanto nacen y crecen en volumen suelen marcharse hacia otros lugares donde descargan a base de bien.

Ayer por la tarde, viendo las parcelas preparadas para la siembra, totalmente  yermas, desee vívamente que esos nubarrones que surcaban el cielo se dejaran caer por estos lares aunque me empaparan en mi vuelta a casa, y se olvidaran de viajar a otros lugares. Pero como son tan caprichosas... ¿Quién sabe?

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

26.2.2024.Lunes. (C. 2.817)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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