La Falla del Colegio Gloria Fuertes.

ESTAMPA CAUDETANA.

LA FALLA DEL COLEGIO GLORIA FUERTES.

La Real Villa de Caudete es una población inserta en la provincia de Albacete que, a su vez, se encuentra situada en la Autonomía de Castilla - La Mancha, y constituye, a su vez, frontera con la Región Levantina, con la Autonomía Valenciana.

De todos es sabido que subyace en las gentes de esta villa esos sentimientos tan arraigados de pertenencia a la zona levantina puesto que de ella formó parte durante cuatro o cinco centurias y, de cuando en cuando, surgen de su interioridad, como surge el magma de la caldera terráquea la lava, esos sentimientos que alcanzan forma en hechos y acontecimientos. 

El año pasado tuvo lugar la quema de una falla en la Plaza de la Iglesia en la noche de tal día como el de ayer en el que la liturgia de la Iglesia católica celebraba la Solemnidad del Patriarca de la Iglesia, San José, el humilde carpintero de Nazaret al que le fue encomendado el cuidado de la Sagrada Familia Nazaretana compuesta por María, su mujer, el Niño Jesús, la Segunda persona de la Santísima Trinidad que había tomando la naturaleza humana en María y se había sometido a nuestra condición, salvo en aquel apartado que a veces nos lleva a los hombres por la calle de la amargura, que es el pecado, la transgresión de la justicia, la ruptura con los que van de camino con nosotros por este mundo.

Entonces tuvo el éxito esperado porque muchos caudetanos, aspirantes, o no, a la integración en el Reino Valenciano, se dieron cita en la plaza para asistir a la quema, a la incineración, de una gran falla que emulaba a aquellas que ardian, a la misma hora,  por toda la ciudad de Valencia.

Ayer, también afloraron esos sentimientos, esa identificación de las gentes de esta Villa con sus ancestros, los de la cercana Región Valenciana con la particularidad de que los diseñadores y constructores de la falla fueron los niños del colegio Gloria Fuertes que, por undécimo año, en el tiempo dedicado a Plástica y Pretecnología la han construido íntegramente aunque con alguna ayudita de los profes y de los papás. Es la que ilustra estas letricas, de las que me sirvo, para encontrarme contigo en la mañana de hoy.

Se mueve la Asociación pro valencianista del lugar avivando, en el terreno Virgen de lo más lindo con que cuenta la Villa, los peques, los ñacos, que dicen aquí, esas costumbres y fiestas por las que es identificada la ciudad de Valencia en el mundo entero y muchos de los pueblos de la región valenciana.

La quema no esperó a que lo hicieran las fallas en la ciudad de Valencia porque , a esa hora, los peques ya se encontrarían en los brazos de Morfeo, lo hicieron antes de que el timbre del colegio anunciara la finalización del horario escolar y, así, fueron testigos de cómo su obra efímera se elevaba hacia el cielo a caballo de llamas y humos que dejaban en el suelo de su patio de deportes, unos vestigios grises, sus cenizas.

Su admiración, materializada en aplausos entusiastas, se dejó oír en gran parte de la Villa.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

20.3.2024. Miércoles. (C. 1.841)

Nota. Las fotografías me han sido cedidas por Antonio Conejero Rodríguez, Presidente de la Asociación de Amigos de la Historia Caudetana.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.