martes, 22 de octubre de 2024

El Niño del Tamborcico

ESTAMPA CAUDETANA.

EL NIÑO DEL TAMBORCICO.

Con la velocidad a la que van cayendo las hojas del calendario pronto llegarán las Navidades y, después, la Semana Santa y, cuando eso acontezca, se habrán cumplido dos años de la puesta en marcha de la banda de tambores y tamboriles con asiento en la parroquia de San Francisco. Allí en lo que fuera la casa del cura don Auspicio, en una de sus habitaciones sobre la que no caía el agua de un tejado venido a menos que estaba convirtiendo lo que fuera una casa en un casar, que dicen en Cantabria:

 "Una gotera en una casa, con el tiempo, la convierte en un casar,

dicen por aquellos valles de los Picos de Europa. Y eso aconteció con la casa que fuera de don Auspicio. Se vino abajo y, menos mal que los instrumentos levantaron el vuelo antes de que los cascotes comenzaran a caer y los destrozaran arrancándoles, en su estertor, su último sonido.  Luego, las máquinas retiraron todos los escombros dejando el lugar en un solar diáfano a la espera de que se acondicione dándole un destino plausible. 

Pero antes de que eso aconteciera los niños que comenzaban a manejar bien las mazas y los palitroques, yo los oía, desde dentro del templo parroquial, aporrear las pieles tersas de los instrumentos. 

Un día comenzaron un poquitín tarde y tuve la ocasión de verlos desde que comenzaron sus ensayos y, yo, con mi telefonillo a mano, pedí permiso a la persona mayor que los dirigía y que, a su vez, era padre, creo que de dos, para hacerles una foto y publicarla en mis "BUENOS DÍAS". Y así aconteció. 

El grupito siguió adelante dándole al tambor y a los tamboriles a lo largo de la calle de San Francisco que fue donde fueron adquiriendo experiencia y lo hicieron, con tanto ahínco y con tanto provecho, que llegaron a  procesionar en la Semana Santa de entonces y en ello siguen. 

Creo que se denominan Banda de tambores y tamboriles del Cristo de la Juventud.

Cuando, en el día de ayer, me encontraba dando un paseo, me tropecé con un "ñaco" de piedra, una estatuilla, TOCANDO SU TAMBORCITO. Y fue verlo y venirme  instantáneamente a la memoria aquellos ñacos del "Barrio" de esta Real Villa de Caudete que comenzaban a ser Maestros en el arte de tocar los tambores y los tamboriles, fue todo uno.

Ellos, al son de tambores y tamboriles resonando en los adentros, te llevan hoy mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

22.10.2024. Martes. (C. 2. 039)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

1 comentario:

  1. Buenas tardes P.Alfonso, usted no se pierde nada que ojitos más buenos que tiene , yo no conozco dónde está, pero bueno lo he visto gracias a usted !!!

    ResponderEliminar