El Rostro de Nuestro Padre Jesús de la Gran Misericordia.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL ROSTRO DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA GRAN MISERICORDIA.

Ayer domingo me serví de la presentación de la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Gran Misericordia, ya restaurada,  para, al mismo tiempo de dártelo a conocer, que fuera el medio por el que te llegara mi saludo, mis "buenos días".

Ayer no disponía del rostro de la Sagrada Imagen de Jesús. Con las ilustraciones que me cedió Francisco Cantos Albertos, no vino. Pero, con posterioridad, me ha hecho llegar  la fotografía que muestra, de modo tan impresionante, el rostro y, al contemplarla, comprendí la razón por la cual las gentes de la ciudad de Valencia pretendieron quedarse con ella e, incluso, que fuera elegida para sumarse a las piezas más sobresalientes de España recogidas en el libro "Los Valores de España". Libro de oro de Alicante, recopilado por María Muley de Ferrando. Directora de Grandezas de España.

Esa cara salió del pensamiento de Miguel Bañón Díaz y retrató, más que esculpió, con la gubia y el cincel, la faz de un ser humano que, a la vez, refleja el rostro del Dios que asumió nuestra naturaleza, que se hizo humano. 

Bien le viene el nombre con el que se conoce y venera a esa Sagrada Imagen, NUESTRO PADRE JESÚS DE LA GRAN MISERICORDIA. 

La obra del escultor no la juzgo, no estoy capacitado para hacerlo. Aquellos estudios sobre el arte que cursé en la Universidad Cántabra, hace tantos años, no me dan para ello. Pero, como persona sensible, al contemplar esa cara, no puedo, por menos, que sentirme impresionado porque su mirada y la actitud que muestra, nos habla de la Mirada Misericordiosa de Dios para con el pobre pecador, que somos cada uno de nosotros. 

A la madera de ciprés no la hinca el diente la termita pero aquel policromado que le dió su escultor sí que se vino un tanto abajo tras 70 años de haber sufrido los roces  del polvillo en sus ires y venires en el ámbito del templo. Eso es lo que se ha restaurado, pero no la talla, no la cara de NUESTRO PADRE JESÚS DE LA GRAN MISERICORDIA.

Espero que esa efigie de Jesús te hable a tí, cuando la veas, como me sucede a mí.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

21.10.2024. Lunes. (C. 2.038)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.