ESTAMPA CAUDETANA.
EL OLVIDO.
No sé a qué habrá sido debido. No sé qué razón habrán tenido los dos oficiales encargados de retirar cualquier vestigio de la VII BIENAL DE LA ACUARELA en el claustro bajo del convento de San José (El Carmen) que tuvo lugar, a lo largo del mes de octubre, mes que, al llegar a su último día, se encuentra haciendo las maletas para emprender el viaje de nunca jamás y pasarle el testigo a noviembre que, en sus dos primeros días, va a pedirnos que recordemos a las generaciones y generaciones de seres humanos que nos han precedido y que ya duermen el sueño de la paz a la espera de que el ángel del Señor, como dice San Pablo (en su primera carta a los fieles de Corinto 15,52-55), cuando haga sonar la trompeta y los saque del sueño, totalmente renovados, dotados de vida, de una vida nueva, tan cargada de energía, que no se agotará jamás porque, al contrario que ocurriera la vez primera, en ésta, no estarán sometidos a la contingencia de unos cuerpos hechos de una pella de barro, sino revestido con unas galas nuevas, las galas del Resucitado, de Jesucristo, el Hijo de Dios, que nos aupó a la condición de hijos de Dios al tomar, Él, nuestra propia condición y engrandeciéndola con el empuje de su propio Espíritu, el Espíritu que lo sacó de la oscuridad reinante en el hueco de un sepulcro. Y será aquel mismo espíritu, que una vez les diera la vida, en el primero de sus estadíos, el que vuelva a tomar las riendas para una existencia, para una vida que ya no tendrá fin.
A eso nos llamarán los dos primeros días de noviembre, los días de Todos los Santos, gentes buenas que se desviviron haciendo el bien por sus hermanos y el día de Todos los Difuntos en el que se nos pedirá que nos dirijamos a Dios para pedirle favor para aquellos que ya se nos fueron. Y, en medida alguna, como pretende cierta práctica venida de fuera, con orígenes precristianos, a identificarnos con ellos, con los que ya se ausentaron, mediante máscaras.
¡Qué contrasentido!
Mira que ocultar nuestra realidad grandiosa de seres vivos para emular a lo que ya no es, a lo que está muerto. Sería mucho más plausible que se celebrara la vida y no se afincaran en la muerte.
Qué tiempos aquellos de mi niñez en que mi madre, llegado el día de los difuntos, nos decía:
"Hoy debe ser un día de silencio y de respeto en recuerdo de nuestros familiares difuntos y, debe ser, también, de oración a Dios para pedirle por ellos, para que sean felices con Él"
Y, acto seguido, encendía una lamparita, que flotaba en el aceite obtenido de las aceitunas de nuestra tierra, allá en Oropesa, y la mantenía encendida, durante todo el día, en el basar de la cocina y, luego, en el centro mismo de la mesa camilla del comedor, habitaciones, ambas, donde hacíamos la vida en común. Y, al hacerlo, rezábamos el Padre nuestro a Dios por ellos.
Otro tanto hacía en los días, fechas conmemorativas, en que se habían "ido" los seres queridos aunque, en estos casos, no nos pedía silencio pero, sí, oración.
Aquella sí que era una manera muy entrañable de celebrar el día de los difuntos, haciéndolos presentes, haciéndolos luz, que alumbraban con la luz que recibían de Dios el acontecer de los que aquí dejaron.
Pues, no, no sé a qué habrá sido debido el que las dos personas encargadas de retirar todo vestigio de la VII BIENAL DE LA ACUARELA en el convento de San José, hayan dejado colgando de una viga antigua, del siglo XVI (1606), una ristra de redondeles donde se encuentran pegados los distintos tipos de papel en el que el artista pintor lleva a ser una preciosa obra pictórica, siguiendo los cánones de la técnica de LA ACUARELA.
Presumo que lo han dejado para que el P. Prior del convento suba a una escalera y extraiga el tirafondo hincado en la madera.
Hasta ahora mismo,ves el único vestigio que grita:
"En este claustro, lugar emblemático de la Real Villa de Caudete, durante el mes de octubre, que hoy concluye, tuvo lugar una exposición de obras de artistas italianos que emplearon papeles de estos tipos para realizar su pintura al agua, es decir, A LA ACUARELA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
31.10.2024. Jueves. (C. 2.048).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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