ESTAMPA CAUDETANA.
DÍA DE TODOS LOS DIFUNTOS.
El día de hoy es un día abierto al encuentro con Dios en una oración sentida en la que ponemos, ante Él, a todos los que nos han precedido y, que tanto bien nos hicieron, entre los que se encuentran nuestros seres queridos, aquellos a los que nos unió la sangre y lazos de amor, y tantos compañeros y vecinos y todos aquellos con los que, aquí, allá y acullá, trabajamos una página de la HISTORIA EN EL ACONTECER DE ESTE MUNDO PREPARÁNDOLO PARA LOS QUE VENGAN DETRÁS, todos aquellos que hicieron parte de su camino con nosotros y se nos adelantaron en el volver a la casa del Padre.
Para que la Paz de Dios los envuelva.
Según costumbre que viene de antiguo, en esta Real Villa de Caudete, se hace memoria de todos aquellos caudetanos que a lo largo de el último año, de noviembre a noviembre, fueron convocados por Dios, nuestro Padre, a su presencia, tras haber dedicado la vida que les fue concedida para colaborar en la construcción, desarrollo y bien de este mundo nuestro y, dentro de él, más concretamente, en esta Real Villa de Caudete. El Sr. Archivero ha puesto a disposición de los sacerdotes la lista de todos aquellos que nos dejaron a lo largo del año y todos ellos son recordados en el día de hoy en los distintos lugares de culto donde se celebra la Eucaristía.
A mí me tocó hacerlo, esta mañanita temprano, en la Iglesia del monasterio de las monjas Carmelitas de clausura. También puse ante el Señor a aquellos que, por una razón u otra, no les fueron otorgados los auxilios espirituales que la Iglesia Católica ofrece por los difuntos porque, como dice el poeta Jorge Manrique en versos con motivo de la muerte de su padre, el Comendador de Ocaña,
"nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar y allegados son iguales los que viven por sus manos y los ricos" .
Porque todos los que vivieron y pusieron por obra los dictados de su conciencia, que es el ámbito o lugar donde Dios se instala para dialogar con su criatura, el ser humano, cualquiera sea la fe que tenga, o no, que lo ilumine en su caminar, merecen ser tenidos en cuenta porque, a fin de cuentas, la Iglesia, la Santa Madre Iglesia, lo es de todos y no solo de unos pocos.
¡¡¡DESCANSEN, TODOS, EN PAZ!!!
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
2.11.2024. Sábado. (C. 2.050)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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