El Apagón.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL APAGÓN.

Ayer por la tarde volví por las andadas y lo encontré todo cambiado. Natural. Todavía bailaba en mi retina la claridad que ponían, en toda la calle La Zafra, unos artilugios luminosos que la pintaban de arco iris. Y, ayer, al pasar por el mismo lugar todo, todo, estaba cambiado, tan cambiado que, en nada, recordaba al día anterior. 

Ya no chorreaban luz los elementos luminosos que habían venido alegrando la calle durante las pasadas fiestas de LA NAVIDAD DEL SEÑOR.

Ya habían cortocircuitado la corriente de energía que ponía a tono, a trabajar los adornos luminosos.

Ya se fue de paseo el alegre arco iris que lo llevaba todo.

Ya volvía a hacer acto de presencia una rutina que lo envolvía todo, dejándolo sin la alegría de los días anteriores. 

Ya nos dejaron las Fiestas de LA NAVIDAD DEL SEÑOR, que son todas ellas LUZ porque LUZ es Él, que siendo LA VIDA, viene a prenderla en nuestra Real Villa de Caudete, en la intimidad de cada uno. 

Pero, aunque la luz exterior fue apagada, por exigencia del guión, dejaron, la interioridad de cada uno plenas de claridad porque el que es LA LUZ, en ella se instaló haciéndonos, a su vez, faros que iluminan nuestro caminar. 

Sí, ayer por la tarde, ya noche cerrada, EL APAGÓN fue notorio. A la calle de La Zafra le faltaba alegría, le faltaba LUZ.

Tampoco, el hasta ayer alegre árbol de luz plantado en mitad de la Plaza de Nuestra Señora del Carmen, lucía sus esplendorosas galas de LUZ dejándola, sin su chispeante ambiento luminoso. 

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

9.1.2025. Jueves. (C.2.113).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.