ESTAMPA CAUDETANA.
SE NOS FUERON LOS PROTAGONISTAS DE LA NAVIDAD DEL SEÑOR JESÚS.
Dado que, ni hoy, ni mañana, les iba a ser posible, a Mariló y a su tropa de músicos, desmontar el Misterio, el Belén, de la parroquia de San Francisco, procedieron a hacerlo en la tarde-noche de ayer, una vez que concluyó la Eucaristía de la Víspera de hoy domingo en el que celebramos el Bautismo del Señor. Acontecimiento importantísimo llevado a cabo por Juan, el Bautista, en las aguas del Jordán y que vino a ser como la caída del muro que separaba a Dios de su criatura humana.
Con esta fiesta, en la que rememoramos la teofanía, la manifestación, del Señor a su pueblo de Israel da la liturgia por finalizado el tiempo de Navidad.
Aconteció que, cuando Jesús, ya bautizado por Juan el Bautista, se abrió el cielo y bajó el Espíritu Santo de Dios para ungir a Jesús, como enviado del Padre, para llevar a cabo la regeneración del ser humano mientras, desde lo alto, se dejaba oír la voz del Padre que afirmaba:
"Tú eres mi Hijo, el Amado: en ti me complazco". (Lc. 3,21-22)
Con este hecho quedan claras dos cosas:
1.- Que Juan Bautista no es el Mesías. La gente estaba expectante ante la inminente llegada del enviado de Dios anunciado por los profetas y, muchos de ellos dieron en pensar si no sería Juan el Mesías esperado.
2.- Qué Jesús es el esperado, el enviado de Dios para beneficio de su pueblo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Mesías, que bajó hasta nosotros tomando nuestra capa, haciéndose hombre.
Y que con esa elección, unción y presentación al pueblo en medio de un bautismo de penitencia multitudinario, echó a andar, dió comienzo, el ministerio de Jesús, que no es otro que el de llevar a cabo, de materializar, la realización del plan divino de la redención del ser humano, su criatura predilecta.
Y, puesto ya el broche de oro del tiempo de la Navidad del Señor, con la Eucaristía de su Bautismo en la liturgia de ayer tarde, de la víspera, procedieron a desmontar la catequesis plástica del Misterio de La Navidad del Señor que inventara y pusiera en práctica, en el lejano siglo XIII, el titular de la parroquia, San Francisco de Asís.
Y si te fijas en la ilustración contemplarás el sencillo misterio a los pies del altar y, al fondo, la Sagrada Imagen del bueno de San Francisco.
Seguro estoy de que San Francisco de Asís, estará complacido al contemplar desde el cielo cómo, en la parroquia de la que es titular, en esta Real Villa de Caudete, se siguen sus pasos y se le toma como ejemplo a la hora de exponer plásticamente su catequesis sobre el anonadamiento de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, montando dos Belenes, el que yace a los pies del altar y el monumental que ocupa buena parte de la nave de la derecha del templo parroquial y que, ayer, ya fueron desmontados.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
12.1.2025. Domingo.(C. 2.116).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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