Ochenta y nueve años.

ESTAMPA CAUDETANA.

OCHENTA Y NUEVE AÑOS.

A lo largo de este año se van cumpliendo los ochenta y nueve de aquel en que, la Real Villa de Caudete, asistió a la ejecución sumaria de algunos de sus miembros, sola y exclusivamente, por el hecho de ser gentes de fe. 

Entre ellos el párroco de aquel entonces que era, a su vez, cura pilón, pues había nacido en la villa y en la parroquia de Santa Catalina fue bautizado, de ahí el calificativo de "cura pilón", don Miguel Abdón Senén Díaz Sánchez, la catequista Florencia Caerols Martínez, el carmelita P. Alberto Marco alemán, de la familia de "los Monjo" y todos los frailes de la comunidad de agustinos que habían hecho de "el palacio", que construyera el obispo de Orihuela en el siglo XVIII, su hábitat comunitario.

Forman parte de los 500 primeros mártires elevados al honor de los altares con el visto bueno del Papa Benedicto XVI, el 28 de octubre de 2007 en la ciudad de Tarragona. 

Entonces se designó el 6 de noviembre como el día para celebrarlos a todos conjuntamente, a todos los mártires españoles del siglo XX y así lo hemos venido haciendo desde entonces. Pero este año, al parecer, la normativa litúrgica que regula las celebraciones de los Santos ha decidido que cada obispado y cada orden religiosa celebre particularmente a sus miembros martirizados, el tránsito de estos mártires a la casa del Padre Dios. 

De ahí que en la parroquia de Santa Catalina celebráramos la fiesta de los beatos antes nombrados, los nuestros, los de la villa de Caudete, eso sí, dando cabida en esa celebración festiva a todos aquellos que sufrieron el martirio a lo largo del año 1936. 

A mí se me asignó la celebración en la parroquia de Santa Catalina para la que dispuso el sacristán, Juan Doménech, delante del altar, las fotografías de ellos y algunas de sus reliquias.

Todo estuvo centrado en ellos sin dejar, claro está, de recordar, a las cinco centenas de mártires a los que ya reconoció la Santa Madre Iglesia la heroicidad de sus virtudes y los elevó al honor de los altares declarándolos beatos.

Esta celebración no quita el que, en el sucederse de los días, a lo largo del año, vayamos celebrando el día de su natalicio al cielo, es decir, el día en que fueron vilmente martirizados. Y, precisamente, pasado mañana será el día en que subió a la casa del Padre el que fuera párroco del lugar, Miguel Abdón Senen Díaz Sánchez, por aquel entonces.

Te doy noticia de ello hoy porque, ayer, te la daba acerca de la visita que giró un grupo de niños de Quinto de Primaria provenientes del colegio de El Paseo, a la exposición de fotografías de tumbas y cementerios, lugares de reposo, a la espera de despertar, de resucitar cuando Dios lo tenga establecido.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

8.11.2025. sábado (C. 2.387).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.