lunes, 3 de noviembre de 2025

Un regalo.

ESTAMPA CAUDETANA

UN REGALO. 

Apareció uno de estos días de atrás en el claustro bajo del convento de San José (el Carmen),  ese claustro famoso por su arquitectura que sigue los patrones del barroco-toscano

Al parecer, alguien, que vino a ver la magna exposición que, dentro de las III JORNADAS DE LA VIDA Y DE LA MUERTE, UNA VISIÓN DIFERENTE, promovidas a iniciativa del Ilmo. Ayuntamiento de esta Real Villa de Caudete, ha montado Pepe Tecles (*), compuesta por más de 400 fotogramas sacados a otros tantos monumentos funerarios en diversos cementerios visitados por él en sus viajes por España, por México, por Turquía y por Alemania, país donde llegó a hacerse hombre, puesto que, a allí, llegó pequeñico. Ese o esa quidam visitando  la exposición se quedaría lelo/a viendo otra exposición, la natural, la verde, la que da contraste a la frialdad de la piedra, la de las plantas que tienen montada perennemente los frailes del convento y, ni corto/a ni perezoso/a dejó, junto a un tiesto en el que crece la singular planta, que nos fue regalada hace tiempo, conocida con el nombre de  LA ESPINA DE CRISTO que siempre, siempre, ya sea verano o invierno, ya sea primavera u otoño, siempre, siempre, está florecida, otro REGALO, un cactus.

Venía con su papel protector porque LA OPUNTIA MICRODASYS, así la llaman los botánicos, o como la conocen en el centro-norte de su México originario, NOPAL CEGADOR, se las trae. Y, al decir se las trae, quiero decir que es de cuidado, de mucho cuidado, porque se defiende del medio sirviéndose de espinas muy finas y pequeñicas que se clavan en uno y no salen, se quedan prendidas porque, a lo largo de ellas, le salen unas barbas (retrorsas)  semejantes a la de un anzuelo.

Y, aún así, se la suele conocer, también, con el nombre de ALAS DE ANGEL. No obstante, en su tierra endémica, la de México, sobre todo los ganaderos, se andan con mucho cuidado porque, el nombre que le dan, NOPAL CEGADOR, lo dice todo, Pues deja ciegos a los animales que se acercan a ramonear (rumiar) cerca o junto a ellos. 

Yo no creo, ni se me pasa por la mente, que él o la atenta persona que nos ha regalado el cactus haya pretendido cegarnos. ¡Ni mucho menos! Más bien pienso que, al contemplar la linda exposición de plantas, las más de ellas, cactus, ha tenido el encomiable gesto de hacernos UN REGALO y, ni corto/a, ni perezoso/a lo compró en el mercado central de Alicante y, desde allí, nos lo trajo. Eso sí. Nos apercibía en un papelico:

"tengan cuidadico con las espinas al cambiarlo de tiesto".

Y, me pregunto yo, ¿por qué no nos lo trajo ya en un hermoso tiesto, las tiendas de los chinos instaladas aquí en la Villa, los tienen muy adecuados, y nos hubiera evitado ser pinchados al hacerlo nosotros? 

Pero esa es otra historia. Desde aquí expreso, en nombre de los moradores de este convento de San José (El Carmen), nuestra gratitud más efusiva por su generoso gesto que permanecerá , luciéndose, en el artístico claustro barroco-toscano de este convento de San José.

Recibe mi saludo,  mis 


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

3.11.2025. Lunes. (C. 2.382)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

(*) José Tecles, el que ha montado la exposición en nuestro convento para dar a conocer su acerbo documental acerca del arte en los monumentos funerarios se ganó la vida esculpiendo y grabando monumentos y lápidas funerarios en una fábrica del sur de Alemania, según escuché decir al Sr. Concejal de Cultura el día de la inauguración,. También consiguió DM en la Lebensmittelgeschäft (gan superficie de alimentos) de unos hermanos asturianos, los Prendes, a quienes yo mismo conocí y traté en bastantes ocasiones en mis viajes a Alemania, residentes en Göppingen) y, finalmente, vino a sentar sus reales en la Villa que lo vió nacer, donde montó su taller particular en el que viene viendo más bocas que una docena de estomatólogos juntos pues, aquí ejerce de Protésico. (Sólo le faltó trabajar para mi hermano mayor que fue médico-estomatólogo, para mi sobrino y sus hijos que siguen la senda del padre y abuelo)  En él, en José Tecles, puedo decir que se cumple aquel dicho de que:

"Hablas más que un sacamuelas"

Y lo digo con conocimiento de causa porque, hasta mi cuarto llega, nítido y fuerte, su perorar explicando pormenorizadamente cada detalle de los fotogramas y todo lo que transmite el monumento y el campo santo donde se encuentra cada uno de ellos. Llega a decir hasta lo que fueron e hicieron  aquellos cuyos restos mortales yacen encerradicos en los túmulos. De un monumento decía ayer:

"Los que ahí se encuentran fueron emigrantes en américa y murieron sin descendencia..." 

Claro, es lógico, como trabaja el diente...

A José Tecles lo acompañé pidiendo a Diós para que otorgara la felicidad plena, total, a su hermana, pues, yo mismo, presidi el funeral con el que despedíamos sus restos mortales.

3 comentarios:

  1. como siempre, un placer leerte 🫂

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  2. Una planta más para engalanar el claustro del Carmen.

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  3. Gracias a sus macetas , el claustro da gusto verlo.

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