EL MISTERIO DE LA PLAZA DE LA IGLESIA.
Afirma el célebre dicho popular:
"¿Dónde va Vicente? Dónde va la gente".
No es que yo, como hiciera el tal Vicente del dicho popular, fuera arrastrado en la tarde noche de ayer, por un montón de gente a la salida de la celebración eucarística en la parroquia de Santa Catalina, ¡qué va! Únicamente eran tres, solo tres las señoras que, en aquel momento, en otros momentos, con toda seguridad, afluirían más, las que, al contemplar, desde enfrente, la colgadura que cubría gran parte de la fachada de la casa por cuya esquina uno sale de la Plaza de La Iglesia y se introduce en el Callejón de Las Campanas entrando, así, en la parte antigua de la Real Villa Caudetana, las que bajaron y se situron delante de pendón colgante de los balcones, y, a la luz de una lámpara cercana, contemplaban la escena imprimada en él. Y, yo, siguiendo sus pasos, provisto de mi telefonillo sacando noticia gráfica para emplearla para una de mis ESTAMPAS CAUDETANAS.
La escena no era otra que la interpretación pictórica, no sé si grabado o bordado, del momento en el que unos científicos, sabios, o Reyes llegan, tras largo viaje, hasta donde una estrella se paró en la vertical de un lugarcico a las afueras de la ciudad de David, de Belén. Entraron en él y, allí, se encontraron con una estampa familiar idílica compuesta por un matrimonio joven que flanqueaba a una Criaturica. Criaturica a la que venían buscando desde muy lejos
Aquella estampa los cautivó, se quedaron "lelos", que dirían en mi pueblo de Oropesa (Toledo), porque una luz potente envolvía al Niño mientras todo lo demás, en aquel lugar, permanecía a oscuras. Sólo Él, el Niñico recostado en una escudilla donde unas pajas le hacían las veces de colchoncico se encontraba iluminado con una luz que no provenía de vela alguna, sino de sí mismo, ÉL ERA LA LUZ que recortaba sus egregias figuras en medio de una densa oscuridad.
Ciertamente se encontraban ante el Rey que había nacido unos días antes y del que habían tenido noticias estudiando unos signos en la bóveda celeste visible en aquellos tiempos (Mt 2,1-12).
Las tres señoras que, en la tarde de ayer, se acercaron hasta la casa en cuyas balconadas estaba sujeto un precioso pendón, contemplaron extasiadas, primero, y, luego, comentando vivamente, con fruición, cada uno de los detalles que iban descubriendo o que más les llamaba la atención de aquella imprimación de uno de los momentos del MISTERIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS, EL DE LA ADORACIÓN DE LOS SANTOS REYES MAGOS.
Cuando salía yo de la Plaza de la Iglesia por la arcada de La Lonja, tras haber saludado a la VIRGEN desde su manís de la Madre de los Desamparados que allí permanece desde hace 75 años, todavía seguían aquellas señoras "charrando" acerca de este o aquel detalle del pendón.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
12.12.2025. Viernes. (C. 2.416).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
Buenas tardes - noches Padre Alfonso, ahí le envió estos versos que me enseñó mi abuela paterna y, que no he olvidado desde que iba a la misa de Alba y, cuando cruzaba los arcos de la Lonja.
ResponderEliminar"Buenos días, nos des Madre, hija del eterno Padre.
Mucho me regocijo, que tenéis a Dios por hijo.
Cubrenos con vuestro manto, esposa del Espíritu Santo.
Si quieres que la alegría no se convierta en dolor, no pases pecador, sin saludar a María".