ESTAMPA CAUDETANA.
LA MANCHA SE VISTE DE COLORES.
Durante este mes de octubre me he visto en la necesidad de corretear la Mancha
de un lado a otro, principalmente de este a oeste, emulando al ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha qué correteó por toda ella despacio deshaciendo
entuertos acompañado eso sí por su fiel escudero Sancho yo no tuve esa suerte
yo fui solo. En mis correrías me he salido de ella para llegarme hasta Madrid,
por ejemplo, pero no hice el viaje a Barcelona como sí hiciera el Caballero de
la triste figura, según nos da noticia, Don Miguel de Cervantes.
En mi ir y venir, me he encontrado, como lo hiciera Don Quijote, con altos y
esbeltos molinos que para él no hubieran sido otra cosa que gigantes y,
que para mí, no son otra cosa que generadores de energía limpia que consiguen
asociándose con los vientos que tras barrer la llanura suben hasta los
altozanos que se levantan aquí y allí, salpicando, la Mancha.
Pero lo que más me ha llamado la atención en estos viajes, que he hecho
recientemente, ha sido contemplar cómo se adapta a la realidad el dicho que
corre por internet qué afirma que "el otoño es como una segunda primavera
porque todas las hojas de la foresta son flores". Y es verdad.
Si vieras lo guapas que están las viñas. El vulgar materialista diría
viéndolas,:
"¡Pobres!, ya no lucen los ubérrimos racimos de uvas tirando, hacia abajo,
de los sarmientos hasta dejarlos serpenteando por tierra".
- Yo, por el contrario, disfruté de lo lindo contemplando, primero un color
broncíneo, como dando a entender, la tristeza que las invadía por haberse visto
privadas del fruto que habían venido cuidando con esmero y cariño de los
elementos atmosféricos, para que, luego, al ser exprimido, dejaran salir de sí
mismas el más rico de los mostos, llamado a ser el más excelente de los vinos.
Y, segundo, porque sacaron a relucir el color amarillo oro que tan
lindamente supo trasladar Rafael REQUENA a sus acuarelas, como esa que ilustra
hoy mis "Buenos días".
- Contemplando la acuarela que aparece en la página 141 del libro
ACUARELAS: ANTOLOGÍA, que me regaló Fina Burgos, viuda del pintor, he dado en
pensar, que nuestro Maestro Pintor Acuarelista Rafael REQUENA, disfrutaría como
un enano emborronando su libreta con apuntes en un día de otoño paseando por
entre las viñas de su pueblo, de la Real Villa de Caudete, o de cualquier otro
lugar de la amplia Mancha vinatera. Y me le imagino en la quietud de su
estudio, vistiendo aquellos apuntes tomados a vuelamina con el vestido luminoso
de fiesta de las viñas al celebrar la finalización de un trabajo bien hecho recogido
en la vendimia.
- Sí, cada hoja de las vides, es una preciosa flor amarilla, como afirma que lo
es, ese dicho que corretea por el internet: "El otoño es una segunda
primavera porque, cada hoja es una flor".
- Y, todas las hojas, flores, de unas viñas de su tierra manchega se le colaron
a Rafael REQUENA por los ojos y, luego, en la quietud de su estudio, las
colocó, mediante una acuarela de las suyas, a modo de florero, en un papel
Arches de 600 g 50x76.
Aquel otoño de 1994 que se mostró, así de guapo, a nuestro Acuarelista de fama
universal, Rafael REQUENA, que tan estupendamente llevó al papel, en nada se
diferencia de éste que LA MANCHA nos muestra veintiséis años después, del que
te estoy dando noticia, porque así le he visto a través del parabrisas de mi
viejo coche Nissan.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
17.10.2020. Sábado. (C. 1053)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso , nos vuelve a mostrar otra acuarela de nuestro paisano Rafael Requena , que usted aprovecha para que disfrutemos de su obra y de nuestra Castilla la Mancha con su variación de coloridos e imaginarnos los paisajes tan diversos que en ella tenemos. Que tenga un buen fin de semana.
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