ESTAMPA CAUDETANA.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
Pues bien, hace unos días pasé por la gran superficie que la empresa tiene en Almansa y me vine a casa con tres tiestos de LIRIOS ORIENTALES para situarlos en el claustro bajo del convento de San José (El Carmen), el de la columnata barroco – toscana (año 1606), justo debajo del azulejo que representa a la Virgen del Carmen con la pléyade de santos carmelitas obra que pintó sobre azulejos en su momento, Antonio Requena Solera, profesor de pintura en el colegio Amor de Dios de esta Real Villa de Caudete.
La jardinera de LIRIOS ORIENTALES te lleva hoy mi
saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.9.2021. Martes. (C. 1.383)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
Contemplando ayer por la mañana el desaguisado, vino a mi
memoria la catequesis del Evangelio de San Mateo 12,43-45 donde nos trae la
palabra de Jesús dirigida a ancianos, sacerdotes, fariseos y a todos aquellos
que ponían, constantemente, dificultades al Maestro: “Cuando un demonio es
expulsado de un hombre… va y busca a otros siete espíritus peores que él y se
instalan en aquel hombre de modo que el final de aquel hombre vino a ser
peor que el principio… ”Aplicado al turbión de agua que cayó en pocos minutos
en el corralón del convento en la noche de antes de ayer…, llegó el agua en el
momento oportuno para hacer cisco todo el trabajo que había venido yo
realizando para dejar impoluto el garaje. ante mí aparecía el local igual
o peor que la primera vez. Ya lo ves en la fotografía del principio.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
DOS KILOS.
En la otoñada no es raro tropezarse, mientras uno va de un
lado a otro por la Real Villa de Caudete, con unos aromas que se escapan
de las casas, unos aromas que se sacan de sí esas frutas del tiempo cuando en
perfecta compañía del azúcar hábilmente trabajadas por manos diligentes van
transformándose en lo que hemos dado en llamar carne de membrillo. Un rico
dulce que acompaña a las mil maravillas al queso fresco o simplemente extendido
en capa fina sobre una rebanada de pan y, qué si es tostada, ni te cuento.
Sí, los membrilleros han venido trabajando su fruto
lenta y pausadamente durante el tiempo de estío para hacer, ahora que comienza
el otoño, las delicias del ser humano con ese estupendo regalo que nos otorga
la naturaleza sirviéndose de ellos.
En el corralón teníamos un membrillero. Sí, teníamos un membrillero, pero ya no lo tenemos. Sola y exclusivamente queda un tronquito herido de muerte porque perdió toda su capa externa, su corteza y eso lo fulminó. Ya venía adoleciendo de ello, pero este año, el verano y los fuertes calores reinantes en el ámbito de la Villa terminaron con él y eso que en días alternos le echaba agua en el alcorque que le tenía hecho. Con la primavera se vistió con un montón de flores, pero fue solo un espejismo porque nada más granar la fruta fue cayendo al suelo, una tras otra, hasta quedar solamente una de muestra pero, tan seca, como el tronco del árbol y las hojas ni siquiera asomaron. Ya lo ves en la foto que te adjunto
A estas alturas habrás colegido que los hermosos MEMBRILLOS,
cuya foto se encuentra al principio de este escrito, no son, ni por ensueño,
del membrillero que crecía en el corralón del convento de San José (El Carmen)
¡Qué más quisiera yo! Resulta que en la puerta de entrada a la parroquia de
Santa Catalina coincidí ayer por la tarde con Eugenio que llegaba montadico en
su silla de ruedas conducida por su hija Joaquina, esta silla de ruedas tiene
marchas como un coche, Y, mientras hablaba yo con el caballerito del campo y me
relataba la cosecha de MEMBRILLOS que habían llevado a cabo por la mañana, su
hija Joaquina tiraba de telefonillo y desde su cámara oscura, sacaba a la luz
las fotografías de unas piezas que, en la báscula de la tienda de Elena, habían
pesado más de un kilo y esa ha sido la razón de que yo, titulara este
articulito con el nombre de DOS KILOS podía haber puesto los gramos de más pero
por redondear lo dejé, en eso, en DOS KILOS.
“Tres membrilleros tenemos en el campo, me decía el bueno de Eugenio, de al pie de dos metros y medio y los tres estaban cargaditos de MEMBRILLOS, algunos ya se habían desprendido de las ramas y estaban por el suelo y es que con el peso que han cogido este año se explica que así fuera. Y lo raro, continúa diciéndome Eugenio, es que con el peso no hayan desgarrado las ramas de los árboles. Así que les hicimos un gran favor aligerándolos del gran peso.
Ya dentro de la iglesia le dijo Eugenio a su hija Joaquina:
“Tienes que darle alguno”
“Claro, padre, claro”, le contestó la hija y a mí me dijo: ”pasa
por casa después de misa y te llevas alguno”
Y eso hice. Acababa de parar un fuerte chaparrón que habían
dejado caer unas nubes que pasaban por encima de la parroquia lanzándose unas a
otras trueno tras trueno y tuve suerte porque me libré de la mojadura de
arriba, la de las nubes, y de la de los charcos porque los conductores de los
vehículos que bajaban por la calle Santísimo Sacramento con dirección a la
Plaza de la Iglesia, aflojaban la marcha hasta casi parar. ¡Qué buenas gentes
aquellos conductores! ¿Dios se lo pague!
Así que me volví a casa tan contento con esos dos
hermosos MEMBRILLOS y unos kilos de uvas de moscatel, riquísimas, también de su
campo.
Gracias, Eugenio, por el regalo que nos hicisteis anoche
todos los de tu casa. Bien que van a lucir esos membrillos en la estantería de
mi cuarto dándoles tiempo para que maduren un poco más y luego me pensaré si
los hago carne de membrillo o compota porque, así, también están muy ricos.
Recibe mi saludo, mis
26.9.2021. Domingo. (C. 1.381)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Y, a mí, personalmente me gusta más verlas así de guapas y hermosas, que no
hechas unos adefesios como sus congéneres. Pero, quien manda, manda, y los
demás a callar.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
EL REGALO.
Y el día llegó y este día fue el de ayer. Ramón convenció al
P. Ángel para que le acompañara a dar una vuelta en el coche y a donde le llevó
fue al campo del amigo donde ya le esperaba la esposa, la criadora de ánades.
Escogieron una hembra y un macho y volvieron a casa con los dos hermosos
ejemplares de palmípedos emplumados. Los bichos, me dijo Ramón, venían
asustadicos pero el P. Ángel, durante el trayecto estaba eufórico.
Ni el jamón que le había regalado, también Ramón, le puso
tan contento, tan fuera de sí, como le aconteció por la alegría que experimentó
cuando tuvo a uno de ellos en brazos durante todo el camino de vuelta a casa.
Yo, del hecho, no tenía ni idea porque había estado de viaje
fuera de la Real Villa de Caudete y se me dio a conocer la efemérides por la
tarde, después del rezo comunitario de las Vísperas que fue el momento en que
me expliqué cuál era la razón de que tuviera la cara tan risueña, tan
angelical, tan de ángel emplumado.
Por la tarde, cuando volví de mis quehaceres en la parroquia
de San Francisco, salí al corralón del convento de San José para echarles una
ojeada, un vistazo, a los nuevos inquilinos que habían llegado para hacerles la
competencia a la tropa de gallinas del bueno del P. Ángel. Ellos también me escrutaban
a mí. Los vi bastante desubicados y confusos. Claro andaban solicos, lejos de
sus hermanos que se habían quedado en el campo y las gallinas se habían
retirado lejos de allí, del lugar donde paraban los grandes especímenes y el
gato tampoco daba señales de vida
Cuando los dejé solos en el corralón se pusieron a buscar
acomodo para pasar la noche. La hembra protestaba agriamente con unos graznidos
que inspiraban lástima. De la garganta del macho, salían unos gritos, subidos
de tono, que me daban la impresión de que, con ellos, estuviera diciéndole a su
compañera que no se preocupara, que allí estaba él para defenderla ante
cualquier peligro que surgiera en ese lugar extraño para ellos.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
23.9.2021. Jueves. (C. 1.378)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
LA ERA.
En el día de ayer me vi en la necesidad de ir a una de las
instituciones bancarias sitas en esta Real Villa de Caudete para evacuar una
consulta con la dirección que, en esa Cía, está ocupada por una señora. Esta
señora que nos viene desde la cercana población murciana de Yecla de donde es
natural, es muy agradable y atenta. Me hizo pasar a su despacho y en un pis
pas, puso claridad donde yo no tenía las cosas claras.
En el desarrollo de la conversación tuvo que ausentarse un
momento para trajinar en una máquina y yo me quedé solo en la estancia y,
claro, me dediqué a darles trabajo a las niñas de mis ojos para satisfacer la
curiosidad que se estaba instalando en mi cerebro. Impelido por ella las dejé
vagar por todo el despacho. La pantalla de metacrilato que separa a la ocupante
del lugar, ausente en ese momento, de aquellos que somos advenedizos no me
impidió, en modo alguno, empaparme de cada detalle que estaba a la vista. De
todos los elementos que tenían un porqué para estar allí dentro, me quedé con
el cuadro que pendía a media altura en la pared, justo por encima de la Pcu que
yacía sobre la mesa.
Cuando volvió la directora de hacer su diligencia me
encontraba yo tratando de situar en la cámara oscura de mi telefonillo el
mencionado cuadro. Le dije yo:
- “Con
permiso presunto de Ud. me he permitido el lujo de sacar una fotografía al
cuadro”.
- “Me
han dicho que es de un pintor de la Villa, me dijo”
- -
“Sí, de Pérezgil. Precisamente hemos celebrado, no hace mucho tiempo, el
centenario de su nacimiento. Tiene muchas pinturas repartidas por los hogares
del pueblo entre las que descuellan las pinturas realizadas en frescos en las
paredes de las naves laterales del Santuario de la Virgen de Gracia, Patrona
del lugar, todas de tema mariano. No estaría nada mal que encontrara Ud. un
ratico, que dicen por su tierra, por Murcia, para contemplarlas o, en su caso,
buscarlas en la Web de Amigos de la Historia Caudetana. Le gustarán. Están
hechas al estilo de las pinturas que llenan los paños de Santuario del Castillo
de su pueblo donde es venerada la Virgen Inmaculada”
- -
“Y dice Ud. ¿que ahí pone PÉREZGIL? Por más que he intentado identificar al
pintor, no he sabido leer los garabatos de su firma”
Es un cuadro, como puedes ver al inicio de estas letricas,
que nos habla de las faenas del campo. Dos carros cargados de cereal se
encuentran parados en la ERA fuera de la población, a la espera de ser
descargados. No sabría decirte desde dónde tomó el pintor los apuntes que luego
adquirieron forma en la tranquilidad de su estudio, si fue desde la Glorieta de
la Cruz o desde El Real.
Encierra el cuadro, una estampa muy actual, los
últimos cereales llegados a la ERA desde el labrantío para la última parva con
la que el labrador cierra el verano para darle paso al otoño con el que llegan
otros quehaceres para preparar las tierras para una nueva sementera.
Pérezgil, el pintor, llevó al cuadro en 1970, hace ya
cincuenta años, los mismos años que tendría el artista cuando, provisto de
pinceles, una estampa del verano caudetano.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
22.9.2021. Miércoles. (C. 1.377)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
FIESTA EN EL CONVENTO DE SAN JOSÉ.
Ayer hubo fiesta en el convento de San José (El Carmen)
porque uno de los miembros de la Comunidad de frailes que le habitamos cumplía
años.
Y digo que hubo fiesta porque el fraile que cumplía un añito
más no era otro que aquel al que podríamos decir que forma parte de él como una
de tantas piedras vetustas como son las que le constituyen porque aquí ha
permanecido durante más de la mitad de su vida. Me estoy refiriendo al P.
Ángel. Sí, al P. Ángel Vañó Payá O. Carm. Aquel que por los años setenta del
siglo pasado correteaba por las calles de la Real Villa de Caudete montado en
una Vespino, razón por la cual el vulgo dio en llamarle el P. Ángel Nieto, en
referencia a aquel motorista de los doce campeonatos del mundo + uno (era muy
supersticioso) que tenía en su palmarés.
Había lugares desde donde no le llamaban pero él se las
agenciaba para saber de qué se adolecía, principalmente en la parte alta del
pueblo, en las cuevas. Y hasta allí se presentaba el P. Ángel “Nieto” con su
Vespino a favorecer la vida diaria en cualquiera de sus necesidades.
El P. Ángel presume y va diciendo por ahí que tiene 99
años muy trabajados pero, la verdad, ayer no cumplió 100 años. Solamente cuenta
con 83, eso sí, muy bien llevados. Se queja constantemente de que, en ciertas
tiendas que han abierto sus puertas emprendedores venidos de muy lejos, de allá
del oriente, no se portan bien con él porque, dice, que va a proveerse de ganas
de trabajar comprando 100 pesetas y resulta que, cuando llega a casa y va a
echar mano de ellas, se han esfumado. El facultativo, nos dice el P. Ángel
“Nieto”, le aconseja que no se preocupe porque las ganas de trabajar que merca
en esas tiendas se le esfumen al llegar a casa, que, él, se tiene que tomar la
vida con filosofía y no con cabezonería y que no se le ocurra sacarle brillo a
las astas de picos y palas. Y, a él, esas palabras sabias del facultativo, le
quitan preocupaciones y agobios.
Pero de lo que no se le quitan las ganas es de rezar.
Constantemente, salvo los tiempos que dedica a sus hermanos caudetanos que le
llaman por teléfono para consultarle algo sobre esto o aquello o le requieren
en portería para confesar, dedica todo el tiempo a rezar el rosario. Y
así nos lo hace saber en cualquier momento: ”me están entrando unas ganas
de rezar el rosario que no las puedo aguantar” y nos deja con tres palmos de
narices y, él, pausadamente, se retira, generalmente a su cuarto, para
encontrarse con la Virgen María. Yo creo que al empezar cada Ave María piensa y
la ofrece por esta o aquella persona de la villa a la que conoce casi más que a
sí mismo.
A lo que no hace ascos es a cuidar a sus gallinas, tiene seis, y a un gatito que alguien tiró por las tapias del corralón cuando solo tenía unos días de vida. No les falta detalle y ellas y el gato le siguen como perritos falderos nada más que aparece por el corralón donde campan a sus anchas.
Sí, ayer tuvimos fiesta en el convento de San José porque el
P. Ángel al que dieron en llamar “Ángel Nieto”, cumplió OCHENTA Y TRES AÑOS.
MUCHAS FELICIDADES, P. ÁNGEL “NIETO” Que el buen Dios y
Padre, te colme de sus mejores gracias en este año recién estrenado en el día
de ayer.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS
DÍAS!!!!!!
21.9.2021. Martes. (C. 1.376)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
LA ESPINA DE CRISTO
A esta planta se le llama ESPINA DE CRISTO porque sus ramas
semejan a cactus cubiertos de espinas. Es una planta muy apreciada por aquellas
personas a las que les apetece disponer en sus casas de especímenes que
florecen todo el año. Ésta lo hace. Pero hay que tener mucho cuidado con ella
porque es muy friolera y no aguanta temperaturas por debajo de los 10º y
siempre debe estar orientada al sur. Es muy amiga del sol y fácil de cuidar, no
le gusta mucho el agua, tampoco el vino, no vayas a creer. Al principio de este
escrito la tienes y, a estas alturas, está muy florida.
Yo tengo ya otro espécimen que comparte jardinera con una
Estapelia que le está comiendo el terreno, cosa que me obligará a
trasplantarla, y con una planta de pimienticos picantes donde los haya.
Siendo tan “tiquis miquis” la ESPINA DE CRISTO ha aguantado
el tipo en los fríos gélidos del invierno pasado aunque tengo que reconocer que
la dañaron lo suyo y, la pobre, no me ha regalado con sus florecillas amarillas
que ya te llevaron una vez mis “Buenos Días”
Ésta, de la que te hablo ahora, ha sido la última de las
adquisiciones que ha venido a incrementar el elenco verde del claustro
barroco-toscano del convento de San José (El Carmen). Me la obsequió Teresa
Requena Marco un día, de estos de atrás, cuando volvió de su casa de Alicante
donde estuvo unos días de relajación a la vera del mar.
“Tenga, me dijo, para su colección porque entre todas las
que tiene, no he visto ninguna ESPINA DE CRISTO”
Gracias a que no se acordó de que yo ya había utilizado a
una pariente como portadora de mi saludo el año pasado, ha sido posible que
llegara al claustro conventual otro ejemplar, distinto del que yo tenía ya
porque mientras éste se adorna con flores amarilla, el que me ha obsequiado
Teresa lo hace con flores rojicas. Ya lo ves en la foto del principio.
Si te pasas por el convento en alguna ocasión le verás sobre
el brocal del pozo de pega que se levanta en él y que no tiene otro fin que el
de ventilar la humedad de la cueva existente debajo del mismo claustro.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20.9.2021. Lunes. (C. 1.375)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
El JINJOLERO ha empezado con humildad, sin ambición alguna,
enseñándome que está perfectamente dotado para producir, pero que no tiene
prisa en hacerlo, para no quemarse en el empeño. Es consciente de lo que afirma
el dicho: ”principio requieren las cosas”, él comienza a producir con
sencillez, sin apabullar. Y me pide que confíe en él y que mantenga la
esperanza de que irá in crescendo para satisfacerme plenamente.
Quedo a la espera.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
19.9.2021. Domingo. (C. 1.374)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
LA INVITACIÓN
(Los “novios” ayer sentados a la mesa en el restaurante “El
Marino II”)
(Los “novios” a la puerta de casa a punto de salir para la
parroquia de Santa Catalina)
( Los “novios” fotografiados con sus hijos y nietos junto a
la Virgen de Gracia, al concluir la ceremonia de sus bodas de Oro)
Ayer por la mañana, en las noticias locales de Elche se
ponía en conocimiento de toda la zona de influencia de la emisora que sintonizo
todas las mañanas para escuchar las primeras noticias del día y el avance de
las que estaban a punto de salir a los medios de comunicación. Entre éstas, una
me llamó la atención: ”El Ilmo. Ayuntamiento de la población daba a conocer que
se estaba preparando el homenaje a todos los matrimonios que, en el año en
curso, iban a celebrar o ya habían celebrado festivamente sus bodas de oro.
Aquí, en esta Real Villa no celebra el Ilmo. Ayuntamiento las Bodas de Oro
matrimoniales de sus ciudadanos, aunque sí tributa un sentido homenaje a
aquellos que lograron escalar la montaña de 100 calendarios, a los que
cumplieron los 100 años.
No hace muchos días te daba a conocer que un matrimonio de
esta Real Villa de Caudete (Manuel e Isabel) se había rodeado de hijos, nietos,
bisnietos y mucha familia, en la iglesia del convento de San José para celebrar
el sexagésimo aniversario de las suyas. Recuerdo que una vez fui invitado para
presidir la celebración festiva de unas Bodas de Oro en la Santina, en la
Basílica de Covadonga, y hasta allí me fui porque con Ramón y María Luisa,
asutianucos de pro que residían en Camargo, población cercana de Santander
ciudad, había “trabado” yo, que dicen por allí, en mis tiempos vividos en
Cantabria, una gran amistad y no podía faltar a la cita, como tampoco falté
cuando él, Ramón, se nos fue de este mundo. Al finalizar la Misa en la que
renovaron sus votos matrimoniales delante de sus tres hijas (Mariasun, Luisa
María y Leticia, a las que casé yo, y algunos de sus nietos, a los
que bauticé y di la 1ª Comunión, también yo) recuerdo que les dije: ”Ramón y
María Luisa, vamos a por las Bodas de Diamante pero, por favor, no esperéis a
que pasen 25 años porque esa efemérides debéis empezar a celebrarla ¡YA!, desde
mañana mismo”. El matrimonio de esta villa, os decía, que anticipó sus bodas de
diamante 15 años, al cumplir los 60 de matrimonio y tengo entendido, por
referencias, que fue una fiesta muy entrañable, no solo la litúrgica sino el
ágape posterior en el que compartieron, con su larga familia, tanta vida
juntos.
Todo lo que precede para decirte que ayer fuimos INVITADOS,
toda la comunidad, por FELIPE Y MARGARITA a una comida en “El Marino II“para
celebrar sus Bodas de Oro antes de que su hijo mayo Antonio, que es fraile
Carmelita, se incorporara a la Comunidad de Onda donde tiene su destino
actualmente. La efemérides tuvo lugar en la parroquia de Santa Catalina el
pasado sábado, día 11, a las 14,00 horas donde renovaron sus votos
matrimoniales teniendo como testigo cualificado a su hijo mayor, sacerdote
Carmelita y, luego, se reunieron con los hijos, nietos, familiares y amigos
íntimos venidos de fuera en torno a una mesa bien pertrechada porque la ocasión
así lo requería y, también por referencias, he llegado a saber que lo pasaron,
como suele acontecer en estas celebraciones, a las mil maravillas. Y hasta allí
nos fuimos toda la comunidad para, sentados con ellos en torno a una mesa, que
es el símbolo, por excelencia, de compartir algo mucho más importante que los
elementos materiales de unas viandas, el de compartir su vida, larga vida
juntos en la que aportaron a la Villa todo su esfuerzo. El bueno de Felipe se
lamentaba porque, ya, el peso de los años le ha retirado de esa colaboración
que ha venido dando y, sobre todo, se lamentaba de que no puede ir a proveerse
de los espartos que crecen en la sierra Lácera para darle entretenimiento
a sus expertas manos de espartero e, igualmente, también sentía no poder subir
a sus olivares para aligerar a las olivas de los rebrotines, chupones, que
llamamos en mi pueblo de Oropesa, y que tanta fuerza le quitan a los árboles y,
por ende, a los frutos, a las aceitunas.
Sí, pasamos un rato muy agradable con ellos compartiendo una
comida en “El Marino II” donde fuimos muy bien tratados por el dueño, muy
amigo de la familia, y por los camareros.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
18.9.2021. Sábado. (C. 1.373)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
UNA JOYA
Ayer, después del medio día, el sol lo dejó por imposible.
Había estado jugando, durante la mañana, al escondite con unas nubes
tontas e, incluso hubo momentos que nos hacía pensar que el verano no
se estaba ausentado ya de la Real Villa de Caudete, así me lo decía una vecina
desde su balcón donde andaba arreglando sus macetas mientras yo hacía lo mismo
con unas planta de pimientos guindilleros que crecen en las jardineras que
tengo en los alféizares de las ventanas que dan a la calle. Pero fue echarse la
tarde encima y desaparecer el sol "por pies" ante la danza que se
traían por el cielo de la Villa unas nubes negras como negros eran los ojos de
“Platero”, (“parecían de azabache”) según nos le describe Juan Ramón Jiménez en
aquel libro tan precioso que lleva por título el nombre de los dos: ”Platero y
yo”. Sólo que, éstas, las nubes negras, además de ser muy oscuras, armaban un
ruido de aquí te espero y que, en la refriega, dejaron caer unos pocos litros
de agua en goterones.
Allí, en la Plaza de la Iglesia, pegado al pretil de la
acera, en el espacio que acababa de dejar libre un coche, frente por frente de
la fuente, la vi. Iba, como cada tarde de esta semana hacia la parroquia
de Santa Catalina para celebrar la Eucaristía a la hora establecida (19,30). En
la torre, las campanas estaban terminando de dar el primero de los tres toques
que preceden a la liturgia eucarística y que, a su vez, indicaban el inicio del
rezo del Santo Rosario, y la vi.
El sol, ya te lo he dicho anteriormente, había hecho mutis
por el oeste muy por encima de los nubarrones negros entrelazados por cintas
luminosas que trazaban líneas caprichosas yendo de unos a otros, cargados de
agua que no terminaban de soltar sobre la Villa y su contorno, pero tampoco se
le echó en falta porque la JOYA, un broche que semeja una bailarina de
ballet, gozaba de luz propia y, gracias a ello, me llamó la atención, y la vi
y, eso que, la pobre, estaba con su parte más bonita contra el duro suelo de la
plaza que, sin duda alguna, sería el causante del apreciable daño sufrido (se
habían desprendido cuatro florecicas con sus piedrecicas). No se la veían las
florecicas, en cuyas corolas tenían engastadas, cada una, una piedrecica que
brillaba, semejando, o porque lo fuera, un brillante. Yo, como no soy joyero,
ni entiendo un ápice de ese tema, no sabría decirte si era buena JOYA o buena
bisutería, si las florecicas estaban engastadas en oro o en oropel. El caso es
que la recogí del suelo y la sujeté en la verja de forja de la ventana de la
casa nº 8 de la Plaza, casi a la altura de los ojos, en primer lugar, para
salvarla de una destrucción segura y, en segundo lugar, para favorecer
que diera con ella la persona que la hubiera perdido.
Allí la dejé. Cuando salimos de la celebración eucarística
las nubes tronadoras habían abierto algunas trampillas y por ellas dejaron caer
una lluvia que molestaba lo suyo. No creo que las personas que usan la acera
para llegar hasta La Lonja habrán descubierto a la “bailarina” que las miraba
desde la ventana porque bastante tendrían en preocuparse de que el agua no las
pusiera como una sopa, por lo que presumo que allí seguirá. Espero que aquella
señora a la que se le desprendió, la JOYA, de su busto, dé con ella.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
17.9.2021. Viernes. (C. 1.372)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
LAS NARANJAS DE LA PLAZA DEL CARMEN.
Hace unos días iba yo por la calle de Las Moreras a gestionar un asunto y, en la acera de la misma me encontré “subida” una naranjita toda ella verde, pero de un verde, verde, un verde fuerte, nuevecico del todo, diríase que estaba plastificada, recién salida de una fábrica de juguetes para los niños, aquella bola de notable grosor, totalmente verde. Quise asociar ideas y recuerdos, aquellos que me venían desde la primavera pasada en que un buen día, al pasar por la plaza de El Carmen me llamó poderosamente la atención el suave olor del azahar y, ni corto ni perezoso retraté las blancas e impolutas flores de dos de los tres naranjos que los jardineros de la Real Villa o de una empresa contratada al efecto, habían plantado al oeste de dicha plaza, en otros tantos alcorques que se habían dejado hechos ex profeso cuando remodelaron, para muy bien, la Plaza del Carmen.Recuerdo que aquellas fotos con las flores del azahar te
llevaron mis “Buenos Días”. Pero en mi cabeza bullían otros pensamientos
centrados en el asunto que me llevaba calle Las Moreras adelante y no le di más
importancia a la naranjita verde, verde, que estaba “subida” en la acera. Pero
fue ayer, pasadas las 13,00 horas, al volver por la calle de San Antón, antigua
del Arco, de dejar el coche en el taller para que le pasaran la ITV, cuando, al
pasar por delante de los tres árboles de cítricos que, por cierto, han
aguantado el tipo muy bien en las jornadas gélidas previas a la fiesta de la
Navidad del Señor, me volvió el recuerdo de aquella naranjita verde que se
había “subido” a la acera de la calle de Las Moreras, unos días atrás, y, por
mera curiosidad dirigí mi mirada a las copas de los naranjos que están guapos,
guapos, de verdad, y observé que, en su copa, disimuladas un tanto, por el
follaje de los cítricos, pendían numerosas naranjas verdes, como verde era
aquella que se desprendió, o la desprendieron, unos días atrás y rodando,
rodando, llegó a parar encima de la acera.
Miré y volví a mirar uno por uno a los tres árboles de
cítricos que crecen al oeste de la plaza y dos estaban cuajaditos de frutos que
gozaban de una salud estupenda y que anuncian tiempos mejores y, el tercero, se
encontraba pelado del todo, no aparecía “colgado” de sus ramas ni un solo fruto
o, por lo menos, yo no los vi. Era aquel que, en la primavera, tampoco se había
adornado con flores de azahar y, claro, sin flores, no cabe esperar cosecha de
fruta alguna.
Como hiciera en primavera, con mi telefonillo saqué las
instantáneas que acompañan este escrito, fotos de las que me sirvo para
enviarte mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.9.2021. Jueves. (C. 1.371)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
EL RETRATO DEL RVDO. D. FRANCISCO DÍAZ ALCOVER.
Mientras esperaba a que el sacristán, Juan Doménech, diera
la orden de salida para celebrar la Eucaristía de ayer por la tarde en la
parroquia de Santa Catalina, una vez concluidos los preparativos, incluido el
tercero de los toques de campanas con el que se avisaba a la feligresía de la
inmediatez del comienzo de la liturgia vespertina, me entretuve observando los
retratos al óleo que hiciera el pintor autóctono, Pedro Torres Cotarelo, de
algunos de los párrocos que ejercieron como tales en esta parroquia desde finales
del siglo XIX hasta los años cincuenta del siglo pasado. Ya te he hablado en
mis “Buenos Días”, alguna vez, de esos retratos.
Cuando llegué al cuadro del cura pilón de esta parroquia de
la Real Villa de Caudete, RVDO. D. FRANCISCO DÍAZ ALCOVER, la fotografía que
ilustra este escrito es de él, ocupó toda la pantalla de mi memoria el comentario que un quídam anónimo, hizo a mis “Buenos Días” del día 13 en el que
hablaba yo del broche final, el BESAPIÉS DE LA IMAGEN, de las fiestas en honor
de la VIRGEN DE GRACIA de este año que, salvo alguna manifestación, (puesta en
escena de algunos cuadros de los Episodios Caudetanos en distintos lugares de
la Villa, mascletá del medio día del día de la Fiesta y los fuegos artificiales
de su noche, ofrenda floral), se redujeron sola y exclusivamente a los actos
religioso-litúrgicos.
El gentil comunicante venía a completar la información
que aportaba yo acerca de la imagen actual de la Virgen de GRACIA y que, a su
vez, me había sido suministrada por, decía yo, el “fichero viviente de la
Historia de la Villa, Paco Cantos, conocido como Molinero”. Y, así, escribía el
comunicante anónimo, que la práctica del BESAPIÉS a la VIRGEN DE GRACIA en el
domingo siguiente a su fiesta, fue implantado en el año de gracia de 1942 por
este sacerdote caudetano, añadiendo, además, que, Don Francisco, era un gran
músico y que compuso el himno de la coronación y del centenario de 1907.
Y, sí, antes de que Juan Doménech iniciara el camino hacia
el altar pensaba yo:
“Voy a ilustrar la noticia de mi comunicante anónimo dando a
conocer la figura de aquel sacerdote pilón, Don Francisco Díaz Alcover,
publicando su retrato, el que le pintara Pedro Torres Cotarelo y que ocupa un
lugar en la impoluta pared de la sacristía de Santa Catalina, junto a otros colegas
que le precedieron y le sucedieron en el cargo de párroco”.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.9.2021. Miércoles. (C. 1.370)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
14.09.2021. Martes. (C. 1.369)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
ESTAMPA CAUDETANA.
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.